VIEDMA (AV)- Todas las miradas y expectativas están puestas ahora en el juez Penal Pedro Funes. Esa es la dirección que tomó la situación por las presuntas irregularidades de Flavors, ante la decisión del gobernador Miguel Saiz, de bajarla del registro de proveedores del Estado y anular el llamado a licitación a punto de adjudicar para cubrir la entrega de alimentos a escuelas y familias. Todo esto "hasta tanto la justicia se expida".

No obstante desde el inicio de esta investigación no han sido alentadoras las expectativas en los pasillos de Tribunales en relación con una rápida actuación del magistrado, críticas que aumentaron la semana pasada cuando se conoció su licencia por compensación de feria. Si bien nadie niega que el juez tiene todo el derecho de tomar estos días, ni siquiera funcionarios judiciales justificaron esta decisión.

La mayoría basó las críticas en los asesinatos de Sierra Grande aún irresueltos y esta causa, a la que calificaron como "grave", teniendo en cuenta que los alimentos cuestionados pueden afectar la salud de las personas, sobre todo niños que asisten a los comedores escolares y de hogares de bajos recursos.

En ese marco las expectativas parecieran no ser alentadoras en el ámbito judicial, sobre todo entre quienes caminan a diario esos pasillos, en relación con la actuación del juez Funes en esta investigación.

Esta opinión quedó graficada la semana pasada con una situación que por momentos dio la sensación de tensa. En un diálogo distendido entre un par de personas en Tribunales, que incluyó planes del fin de semana largo, no faltó quien bromeara con la licencia del juez y con su voluntad de investigación en la causa de los alimentos. En este aspecto el comentario hasta le adjudicó haberse "sentado" en el expediente de Flavors, término judicial que se utiliza cuando se advierte que la investigación no avanza.

Esos comentarios de pasillo fundaron la especulación en que Funes haría lugar a cuentagotas a las medidas que desde el inicio de la investigación pide la fiscal Daniela Zágari.

En medio de los comentarios un funcionario judicial que pasaba le sumó un tono de tensión al ofuscarse ante estos comentarios salpicados de humoradas.

Recriminó los dichos alegando que la comunidad luego opina que es la justicia en general la que "no hace nada" ante determinadas investigaciones, reivindicando el trabajo de la fiscal de la causa que mantiene un estricto bajo perfil.