El 25 de mayo de 1909 se inauguró el puente "viejo" que actualmente une a Río Colorado con la vecina localidad pampeana de La Adela, aunque el objetivo original era para continuar la traza de la ruta nacional 22 hacia el Alto Valle.
Con la construcción del nuevo puente dos mil metros hacia el oeste, la carretera nacional dejó de pasar por el puente de hierro y éste permaneció para el tránsito cotidiano entre estas dos localidades.
Tiene una longitud de ciento once metros y cinco de ancho. Hoy, noventa y nueve años después, el puente carretero viejo corre riesgo de colapsar debido a la corrosión que deterioró el corazón de su estructura de hierro laminado.
Desde su construcción hasta el día de la fecha, nunca recibió ningún tipo de mantenimiento y resultaba dificultoso encontrar un organismo que se hiciera responsable de esta estructura, vital para la comunicación entre dos centros urbanos.
Sin embargo su estado actual es sumamente delicado y si no se toman cartas en el asunto en forma rápida, pueden llegar a producirse roturas de mayor magnitud, llegándose incluso a la clausura por su peligrosidad.
Existen tres informes técnicos recientes sobre el estado del puente. El primero data de junio de 2003 y fue confeccionado por técnicos de la Municipalidad de La Adela, el segundo por el ingeniero en construcciones Juan Ernesto Freedman, en junio de 2005. El tercero se llevó a cabo en mayo del año pasado.
El 27 de junio de 2003 se conoció el primero de los informes que refiere que, a partir de la extracción de las deterioradas placas de hormigón del "puente viejo" se puso al descubierto una importante erosión de la estructura metálica. Los por entonces intendentes Daniel Ferroni y Leonardo Tomassone, de Río Colorado y La Adela respectivamente, elevaron a Vialidad Nacional en forma inmediata una nota conjunta donde se explicó la situación, requiriendo su intervención.
Asimismo decidieron en forma conjunta y provisoria, limitar la circulación del transporte pesado. De ese informe del 2003, surge que las deficiencias más salientes son la corrosión hallada en las vigas longitudinales y las grietas de los pilares. Como ejemplo se cita que en algunos sectores el estructural de hierro que debe presentar un ancho de 33 mm, se redujo a 24 mm por efectos de la erosión y la oxidación. El deterioro del puente era superior al esperado.
El informe de la empresa neuquina Tornería y Metalúrgica Cerna aseguró en mayo del 2007 que se comprobaron indicios globales que marcarían deformaciones, pérdidas de sección, fisuras y un alto grado de corrosión sobre la estructura, al tiempo que se subrayó que el puente no puede soportar más de ocho toneladas de peso.
Entre las conclusiones más importantes se destacan:
-La estructura tanto civil como metálica se encuentra en un estado muy comprometido desde el punto de vista de la seguridad y ambiental.
-La estructura metálica presenta una reacción química (corrosión laminar) que produce un deterioro localizado en los sectores inferiores y, por ende, la reducción de las secciones resistentes de los elementos del puente.
En síntesis, una estructura que reclama auxilio urgente.