Davis Nalbandian fue el que más fuerza hizo, el que movió cielo y tierra para que la final de la Davis se jugara en la provincia que lo vio nacer y crecer. Por eso, la decisión de la ITF lo dejó con un sabor amargo en la boca. Por eso, el de Unquillo no escondió su malestar.

Después de vencer al español Albert Montañés (6-4 y 6-1, en 64 minutos) y avanzar a las semis del Abierto de Estocolmo, David dijo que "tuvo que haber algo por debajo de la mesa con Mar del Plata. Todo el mundo pensaba que jugaríamos en Córdoba, a la cual habíamos elegido porque no hay buenas condiciones en Mar del Plata", se ofuscó.

Para el 7 del planeta se trata de "una decisión muy extraña, ya que los jugadores, el capitán (Luli Mancini) y la federación querían jugar en Córdoba. No sé por qué han elegido otro sitio".