Si usted quiere gozar de una caminata por nuestras calles neuquinas, le sugiero que se compre una armadura, puede tener suerte y que las mordeduras de los queridos perritos que cuidan las casas de los vecinos, reboten sobre la misma.
Hay personas que poseyendo canes, los tienen atados y con la reja cerrada, pero... ¡cuidado! ...todo es cuestión de azar (ya se lo avisé). Si va con zapatillas, el perro está suelto y la reja abierta, es bastante probable que ataque por sorpresa su pantorrilla y los dueños en la puerta, como si nada (tampoco se inmutarán, ni para auxiliarlo).
Esto me ocurrió la semana pasada y le agradezco a Dios que no iba con mi nena de 5 años.
El lugar: calle Carlos H. Rodríguez, un taller de herrería, la perra es grande y negra. Sugerencia: elija ir por otro camino y vaya rezando.
Andrea Marta Gerlero
DNI 13.509.769 - Neuquén