NEUQUÉN (AN/AC).- Grande fue la sorpresa del conductor del portentoso micro que transportaba a la delegación argentina cuando, después del intento, confirmó que la "mole" rodada no entraría por el ingreso trasero del Ruca Che.
Los efectivos policiales que custodiaban la entrada a la zona de vestuarios apretaron la marcha y armaron un cordón para que Diego y sus compañeros pudieron conducirse sin problemas.
Claro, decenas de personas ya se habían percatado del percance y fueron ellas las que más se acercaron a sus ídolos durante una velada plagadas de emociones.
Antes, un centenar de personas los ovacionó en el abandono del lujoso hotel, que los hospedará hasta el lunes.