SIERRA GRANDE (ASG).- Por orden de la justicia la policía local detuvo a un joven de esta ciudad por el doble homicidio de los almaceneros Plinio Miglio Padilla (71) y Lucía Rodríguez (68), ocurrido hace exactamente dos semanas. Anoche los vecinos marcharon reclamando el esclarecimiento del caso.
Efectivos de la Unidad 13, del BORA y de la Brigada de Investigaciones realizaron entre el fin de semana y el miércoles por lo menos una docena de allanamientos en diferentes domicilios para sumar pruebas y descartar otras, en el contexto de la investigación del doble homicidio que conmueve a la ciudad minera.
Pero el dato más importante es el pedido de detención que hizo el juez Pedro Funes de un joven de 18 años que ya había sido demorado la semana pasada por averiguación de antecedentes y dejado en libertad.
La policía allanó varios domicilios que el joven frecuentaba, entre ellos viviendas de familiares. El fiscal Marcelo Álvarez encabezó los operativos.
Ahora volvieron a apresarlo. "El joven no ofreció resistencia cuando fue detenido en la vía pública", se limitó a informar a "Río Negro" el comisario de la Unidad 13, David Nievas.
En los allanamientos realizados en esta ciudad sólo se secuestraron prendas de vestir -presuntamente con manchas de sangre- y un arma de fuego cuyo calibre no coincide con el arma homicida, que aún no aparece.
Luego de pasar la noche en la comisaría 13, por la mañana el muchacho fue traslado a Viedma para ser indagado por el juez pero se negó a declarar y su abogado denunció que había sufrido golpes (ver aparte).
Trascendió que la ropa con manchas, encontrada en dos viviendas allanadas, serían del joven y lo comprometerían.
Anoche unas 600 personas volvieron a reclamar justicia en la cuarta marcha para pedir por el esclarecimiento del caso. Es notoria la presencia de comerciantes que asisten a las marchas del silencio y piden justicia por los almaceneros asesinados.
Del acto participó Oscar Meilán, de la Comisión Antiimpunidad de la provincia, quien valoró el acompañamiento de la comunidad en las marchas y rogó que sigan en esa línea, en el pedido del esclarecimiento.
También encabezaron la movilización familiares de Germán Ferreira, asesinado hace 11 años y cuyo crimen quedó impune, su hija Carmelinda, hijos y nietos insisten en que el caso se aclare.
La marcha de ayer también pasó por las puertas de la comisaría donde estremecieron los aplausos y el silencio. Esta vez no hubo desmanes.
Agarrados a una bandera marcharon en primera fila los familiares de los almaceneros Plinio Miglio Padilla y Lucía Rodríguez. Quien lleva la voz cantante es Delia, hermana de Lucía que todas las semanas viaja desde Neuquén para encabezar las marchas, ya que teme que el caso quede en el olvido y no se esclarezca como otros que han ocurrido aquí.
Ayer la mujer se manifestó satisfecha por los avances de la justicia, pero insistió en que hay que seguir reclamando hasta que se llegue al final de la resolución.
Mientras tanto la investigación sigue su curso y no se descartan nuevos procedimientos y detenciones.
Peritos de Gendarmería Nacional se constituyeron ayer en la despensa donde mataron a los ancianos, sacaron fotos, observaron el lugar y dejaron reactivos para realizar hoy uno de los últimos peritajes.
