NEUQUÉN (AN).- "A causa de la inseguridad este local queda desocupado por las noches", reza el cartel que instaló en la vidriera la dueña de la tienda Fatalité, cansada de los delincuentes y molesta con la empresa de seguridad que le presta servicio.
Lidia Soler, hace un par de días escribió el mensaje en cartulina violeta y lo puso en la vidriera entre medio de las prendas que exhibe en su local ubicado en la esquina de Ministro González y Santa Fe, a 200 metros de la comisaría 1º.
La mujer adoptó la modalidad de llevarse todo el stock de prendas del local cada tarde al cierre, harta de una seguidilla de hechos que la tienen más que preocupada, ocupada.
"Hace un par de meses dos sujetos entraron al local y nos amenazaron con un arma, cuando amagamos a tocar la alarma se dieron a la fuga", recuerda Lidia.
La segunda incursión la padeció hace unos quince días cuando desde la empresa de seguridad que tiene contratada la llamaron alrededor de las 3 de la madrugada para avisarle que se habían tratado de ingresar forzando la puerta sin éxito.
El último hecho se registró el sábado pasado, en esa ocasión uno de los delincuentes había ingresado por una banderola. Un vecino que vio la escena dio aviso a la policía que en minutos se hizo presente en el comercio deteniendo al ladrón con las manos en la masa. El otro ladrón escapó en un vehículo y fue detenido en la rotonda de la ruta 7 que va a Centenario.
"Si me roban lo que tengo en local quedo tirada, por eso ahora me llevo todo y dejo el cartel para que la gente no piense que el negocio cerró", concluyó la propietaria quien está en una encrucijada: cerrar o enrejar todo.
Calcula que poner las rejas le insumirá "el 50 por ciento de lo que me ingresa por ventas".