| BUENOS AIRES (DyN).- El cura Julio César Grassi, juzgado por abuso deshonesto y corrupción de menores, deberá someterse a un examen físico para saber cómo son los lunares, pecas y marcas que tiene en el torso y la espalda y para revelar si se depiló o se tiñó los vellos del pecho. Así lo resolvió el Tribunal que lleva adelante el juicio a Grassi, que a la vez rechazó por "recato" y "pudor" los otros análisis que habían exigido la querella, entre los que figuraba medir el tamaño del pene o la profundidad de la cavidad bucal del sacerdote. De esta manera, el tribunal hizo lugar parcialmente a un análisis que pidió la querella, con vistas a confirmar los dichos de "Luis", uno de los jóvenes que lo denunció por abuso sexual y que dio una descripción detallada del cuerpo del acusado con vistas a demostrar que eran ciertos sus dichos. | |