SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Antes de la decisión del gobierno provincial, unas 30 entidades sociales, gremios, padres y docentes habían exigido respuestas concretas a las autoridades de Educación en Bariloche por la calidad de los alimentos.
Los indignados manifestantes se congregaron frente a la delegación Regional del CPE y le reclamaron a su titular, Beatríz Oliva, que impida el consumo de los alimentos secos y preelaborados que distribuye el ministerio de Familia y los sustituya por alimentos frescos, adquiridos en la localidad.
De poco sirvieron las exhortaciones a la funcionaria para que "se ponga del lago humano" y prohiba en su jurisdicción el consumo de "este veneno". Una vieja maestra le recordó que "tu deber es defender a los chicos, jugate porque sino te convertis en una más de ese montón de (funcionarios) que despreciamos".
Oliva aclaró a sus interlocutores que la única restricción confirmada se limitaba por ese entonces a la leche objetada por el INAL y que el suministro de las galletitas y demás alimentos cuestionados dependerá de los directores y docentes de cada establecimiento. "Yo no puedo retirar la mercadería" aseguró. Una respuesta similar brindó el intendente Marcelo Cascón al informar a este diario que siguió durante la jornada el retiro de la leche dispuesto por "Educación, Salud y Familia" pero que no tenia una definición sobre los demás artículos distribuídos por Flavors.
En contrapartida los ediles opositores Silvia Paz, Alfredo Martín, Arabela Carreras, Hugo Cejas y Darío Barriga calificaron por la mañana de "vergonzosa" la falta de sensibilidad de los funcionarios provinciales.