BRASILIA (AP) _ Los crecientes precios del crudo venezolano y ecuatoriano, la soja brasileña y argentina y el cobre chileno, que le trajeron prosperidad a Latinoamérica, están camino a un colapso que amenaza con eliminar las ganancias obtenidas para los pobres y la emergente clase media en la región.
El frenazo económico global está reduciendo la demanda por las materias primas, el motor que impulsó más de una década de crecimiento económico y eliminó la sofocante deuda sufrida durante generaciones.
Para el agricultor brasileño Aldemire Rostirolla y varios millones de otras personas que aprovecharon la explosión, las nuevas realidades son estrujantes. Rostirolla trabajó 18 horas diarias durante más de una docena de años para cultivar maíz, girasol y soya en la sabana al borde del Amazonas. Ahora tiene que dejar sus campos en el abandono, en medio de la caída de precios de sus productos.
Preocupado porque quizás no salga hecho en la siguiente cosecha, el productor de 54 años y sus vecinos no están seguros de si vale la pena ahora invertir en tractores o fertilizantes. Algunos planean vender sus tierras, porque no pueden pagar los créditos.
La dependencia latinoamericana en la exportación de materias primas ha impedido que sus economías se diversifiquen, llevándolas hacia una enorme deuda exterior y causando algunos de los peores incumplimientos en sus pagos en toda la historia. Pero conforme los precios se elevaban en años recientes, los gobiernos aprovecharon para pagar deudas y acumular reservas.
Estas reservas podrían permitirle a las naciones combatir la caída del mercado crediticio, posiblemente permitiendo una recuperación para el 2010, dijo Eduardo Levy Yeyati, jefe de investigaciones latinoamericanas en la firma Barclay´s Capital, de Nueva York. "Vamos a sufrir la crisis, pero ellos la van a sufrir menos´´ que en el pasado, indicó.
Pero en tanto, podrían ocurrir varios daños.
Los precios de cultivos, metales, crudo y otras han caído un tercio con respecto a su nivel más alto, de julio.
Ello tiene un enorme impacto en Latinoamérica, donde la mayor parte de las economías no se ha diversificado lo suficiente y varias dependen de las exportaciones para cubrir casi la mitad de sus ingresos y dar millones de puestos de trabajo.
"Pronostico otro futuro negro y desagradable´, a medida que las exportaciones, las inversiones y los préstamos declinan simultáneamente en un golpe triple sin precedentes, dijo Peter Hakim, de Inter-American Dialogue. "Tan sólo los precios de las materias primas podrían causar mucho daño, pero cuando ocurre esta combinación, las cosas pueden ser más explosivas´´.
Los principales indicadores bursátiles de América Latina han perdido un 20% en las últimas dos semanas, luego que los inversionistas temerosos han retirado su dinero de los mercados emergentes. Temen que Argentina no sea capaz de mantener un superávit presupuestario ni continuar el pago de su deuda ahora que los precios de la soja y el trigo se han hundido más de 40% en este año. Chile, el mayor productor de cobre, tuvo el mes pasado su primer déficit comercial en ocho años, luego que los precios de ese metal cayeron 45%. Los más afectados serían dos que dependen del petróleo: Venezuela y México. Ambos generan el 40% de sus presupuestos a partir del crudo, que ha caído más de 45%.