NEUQUEN (AN) - "En el 76 era normal que en el Comando se saliera a hacer razias contra los terroristas", dijo ayer el ex soldado Hugo Monsálvez, quien prestó servicios en el Destacamento de Inteligencia, en el edificio de la avenida Argentina, y ayer ante el tribunal que juzga a ocho militares a quienes se les atribuye un rol protagónico en la detenciones ilegales y tortura a víctimas que pasaron por "La Escuelita, reveló que algunos de ellos participaban de esos operativos.
El ex conscripto, oriundo de Plaza Huincul, involucró en su relato a Mario Gómez Arenas, quien era el jefe de Inteligencia, a Jorge Molina Ezcurra, a Sergio San Martín -quienes junto a Oscar Reinhold, Luis Farías Barrera, Enrique Olea, Hilarión Sosa y Francisco Oviedo están en el banquillo de los acusados- y varias personas, militares y civiles, con algún rol en la actividades del Ejército.
Monsálvez dijo que en una ocasión, vi a Molina Ezcurra disfrazado con un mameluco de la petrolera Halliburton y a San Martín de "linyera, vestido con harapos" y el rostro camuflado como pordiosero y, ante la pregunta, sin dudar lo asoció a los operativos antisubversivos que se organizaban desde el Comando.
Añadió que en otra oportunidad vio a San Martín vestido como chofer de colectivo. "Un día Molina llegó con un revólver en la mano -lo describió con precisión- y dijo que el oficial accedió a mostrárselo ante su pedido.
Cuando le preguntó sobre el arma, dijo que el jefe le respondió "se lo quité a un borracho terrorista".
La declaración de este testigo, como de los otros que concurrieron en la víspera -incluidos el agente civil de inteligencia Ramón Florenza-, dejaron en evidencia que desde ese destacamento se realizaba tareas de seguimiento y detención ilegal de personas.
"Durante todo el día estuvo un camión Mercedes, azul, con terroristas que decían habían traído de Cutral Co. No los ví, porque estaba rodeado por seis o siete soldados y no podíamos acercarnos, pero por los movimientos, por los ruidos, en el camión había personas", detalló.
Para el testigo pertenecer a Inteligencia era asumir que eran "soldados que estaban luchado contra el terrorismo. Era un orgullo -pertenecer a Inteligencia-, porque era la sociedad secreta del Ejército", remarcó. Entre otras particularidades indicó que todos vestían de civil.
Florenza refirió detalles de la desaparición de Alicia Pifarré y demostró conocer aspectos singulares de los últimos días antes de que desapareciera.