Jueves 09 de Octubre de 2008 Edicion impresa pag. 32 > Policiales y Judiciales
Sin pistas del robo de cables coaxil en la antena
Son evidentes los precarios medios de la brigada rural

La Policía no tiene aún pistas del robo de cables coaxil en la torre antena de la empresa de telefonía celular "Claro" (ex CTI) ejecutado en la madrugada del domingo, en Guerrico, por personas con conocimientos muy precisos en este tipo de actividad.

"Está descartado que el ladrón haya sido un ´robacables´ común. ¿Para qué va a trepar 30 metros, si a cuatro o cinco metros tienen el tendido que va a las chacras?", dijo ayer una fuente de la brigada rural, en cuyas cercanías (500 metros) ocurrió el saqueo. Sobre el mismo razonamiento no tenía dudas anteayer el responsable técnico del mantenimiento de la empresa de telefonía, que había evaluado que sólo personas del oficio podían subir 30 metros la torre en plena oscuridad, sacar las grampas que sujetan el tendido con llaves específicas, elegir los cables de cobre (desechando los de aluminio) y cortarlos como lo hicieron. Fue gente que, además, hizo el trabajo en horario en que la patrulla realizó el recorrido: entre la medianoche y las 2.

Como se informó ayer, los sujetos se llevaron cinco voluminosas extensiones de cables coaxil. Tal material de cobre revestido tiene unos cinco centímetros de diámetro. Ingresaron cortando un alambrado y arrastraron lo robado hasta un vehículo. La extracción afectó a los transformadores de la antena, por lo que el servicio de telefonía de "Claro" estuvo interrumpido más de tres días. Al fin logró restablecerse.

Durante la madrugada de ayer, la policía mantuvo disimulada vigilancia en la torre en cuestión, ya que en el lugar quedaron algunos elementos menores y se especulaba con que los autores regresarían para cargar el resto de lo que habían bajado. Sin embargo, esto no ocurrió.

Mientras, este diario conoció desde adentro de la brigada rural las limitaciones descritas ayer. Se trata de un destacamento con una jurisdicción que va desde la ribera sur del río Colorado, hasta la norte del río Negro. Como movilidad, tienen sólo un camión Chevrolet con un motor de 4.2 litros de cilindrada, que no sólo es excesivamente gastador de combustible, sino que además es muy ancho. Esto complica cada vez que hay que entrar en una chacra: este modelo no tiene un buen radio de giro, por lo que maniobrar lleva demasiado tiempo, y juega a favor de los delincuentes.

De las dos motos de enduro que tienen, sólo quedó una que prácticamente no tiene compresión. En la restante, el motor cantó "no va más" y está fuera de servicio.

En la sede de la brigada cuentan con un teléfono celular, que hace las veces de fijo. En realidad, este aparato fue donado por los propios chacareros.

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