Jueves 09 de Octubre de 2008 Edicion impresa pag. 33 > Policiales y Judiciales
Seis años de prisión por un intento de homicidio
El imputado disparó cinco balazos contra la nueva pareja de su ex concubina. Le causó lesiones de extrema gravedad que pusieron en riesgo su vida.

NEUQUÉN (AN)- La Justicia condenó a seis años de prisión de cumplimiento efectivo a un hombre que intentó matar a tiros a la nueva pareja de su ex mujer.

El individuo, identificado como Víctor Darío Almirón (33), habría sido custodio del ex gobernador Jorge Sobisch, aunque fuentes judiciales indicaron que ese dato no consta en el expediente.

En el juicio oral, un testigo dijo que conocía a Almirón porque lo había visto repartiendo cajas de planes sociales en los barrios. Otro detalle sugestivo es que Almirón estuvo prófugo mucho tiempo y recién cayó luego del cambio de gobierno.

El intento de homicidio ocurrió a las 17:30 del 10 de diciembre de 2006 en el barrio Almafuerte II, y la víctima fue un hombre al que se conoce por el nombre de Miguel. El acusado le disparó al menos cinco veces con una pistola calibre 22 largo; acertó uno de los balazos en el abdomen y otro en una pierna. Los otros pegaron contra las paredes a una altura de dos metros.

Tomándose el estómago y perdiendo sangre, la víctima salió corriendo a la calle y pidió auxilio a los vecinos.

Mientras Almirón se daba a la fuga en el Peugeot 504 amarillo en el que había llegado hasta el lugar, Miguel recibió ayuda.

Según relató en el juicio oral y consta en la sentencia distribuida ayer a la prensa, en el hospital Castro Rendón le hicieron una cirugía de urgencia, tuvieron que reconstruirle los intestinos, pasó quince días internado y hasta el día de hoy padece las secuelas: no puede hacer fuerza, agacharse ni comer en exceso.

Sobre los motivos de la agresión, Miguel dijo que vivía con la ex pareja de Almirón, quien estaba presente en ese momento y resultó ilesa. El herido creyó recordar que antes de empezar a dispararle le dijo: "Así que vos le pegás a mis hijos".

Como los testigos fueron categóricos al señalar a Almirón como autor de los disparos, la discusión central del juicio fue la calificación legal: la fiscalía sostuvo que se trató de "tentativa de homicidio agravado por la utilización de arma de fuego", mientras que para la defensa se trató de "lesiones graves", que tiene una pena sensiblemente inferior.

Según el defensor, Almirón no tuvo intención de lastimar a Miguel y si hubiera querido matarlo no habría fallado porque le disparó a tres metros de distancia.

El juez Mario Rodríguez Gómez, autor del primer voto de la sentencia, dijo sobre este punto: "Me pregunto si alguien que dispara cinco tiros a otro a tres metros de distancia puede desconocer la posibilidad cierta de un resultado letal".

También planteó, con la adhesión de sus pares Carlos Sierra y Luis Fernández, que si la intención de Almirón no era matar a Miguel, bien pudo detenerse después de impactarle en una pierna.

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