NEUQUEN (AN/ACE).- Muchos de los suboficiales que declararon el martes y ayer conocían a Oscar Ragni del batallón, donde Ragni tuvo la concesión del servicio de cantina por muchos años antes del golpe militar.

Algunos de ellos, le ofrecieron la mano al término de su declaración y se "condolieron" con su situación de padre de un hijo desaparecido, ante lo cual Ragni les respondió en duros términos: no me sirve que me den la mano, sean valientes y digan lo que saben ante la Justicia.

La mayoría de los suboficiales que comenzaron a declarar fueron, en opinión de la querella, reticentes para decir lo que sabían. Ayer uno de ellos, Norberto Pachiani, recordó que "había orden" de no acercarse al centro clandestino porque allí había subversivos, pero no recordó quién le había hecho tamaño comentario.

"Era por comentarios de adentro el cuartel, pero no quiero involucrar a nadie", dijo el testigo, ante lo cual el fiscal Manuel de Reyes Balboa le respondió "dígalo, si tiene que involucrar a alguien, dígalo". Pero fue en vano porque este militar retirado al igual que otros que declararon sin recordar aspectos fundamentales, aseguraron que en "La Escuelita" había "gente de inteligencia" sin nombrar a nadie, ni recordar rostros, como lo esperaba Ragni así igual que todos los denunciantes en este juicio.