Pedro Pompilio hizo lo que todo el mundo pensaba que iba a hacer. Defendió con énfasis a Juan Román Riquelme y le mostró la puerta de salida a Julio César Cáceres. El presidente, en medio de un marcado hermetismo del plantel, puso la cara y trató de atenuar, con poco éxito, el escándalo que se desató en el equipo.

En ese contexto respaldó fuertemente a Román, de quien dijo que "cien veces" volvería a comprarlo en las mismas condiciones que lo hizo (15 millones de dólares). También aseguró desconocer pensamientos similares al de Cáceres de otros integrantes del plantel que no se habrían animado a cuestionar públicamente al 10.

"Me ocuparé de averiguarlo", dijo a modo de salida rápida, pero volvió a defender a su más mimado: "Centralizar los problemas en un jugador, no es justo con Riquelme. Lo están castigando", afirmó. Pompilio aseguró que Cáceres le dijo que equivocó "la forma" y que luego "desmintió" por otra emisora sus dichos, y el dirigente le propuso que lo llame por teléfon.

Pompilio asegura que habló con el ´10´ y que el volante le dio por seguro que pondrán "todas las pilas" para visitar a River el domingo 19.

Siempre con la exclusion de Caranta como epicentro del conflicto, el paraguayo salió el martes y desde su país castigó al "Torero": dijo que no estaba motivado y que debía dar un paso al costado. Román no tardó en responder: "Fue el pelotudo de Riquelme el que lo defendió diciendo que era el mejor central del país", enfatizó el volante ofensivo, quien dijo que no podrá defenderlo más y sacudió: "Por algo este muchacho se fue mal de todos los clubes".

Para Pompilio Cáceres fue "inoportuno, se equivocó el lugar en que debía hacerlo, aquí dentro, que es el ámbito natural, con sus compañeros" y dijo que cuando el "guaraní" regrese la semana próxima lo hablará "personalmente".

Asimismo, se abstuvo de hablar de aplicarle sanción alguna. Reveló haberle dicho al paraguayo que "la persona que vos agrediste es la persona que en la Posada de los Pájaros (en el verano último durante la pretemporada) era la que me preguntaba si estaba hecho lo de Cáceres y que el equipo iba a dar un salto en calidad".

Antes de terminar la conferencia, Pompilio insistió en que Riquelme fue "el único jugador" que adquirió Boca durante su gestión y subrayó: "Me encanta comprar este tipo de jugadores diferentes". Cuando en las preguntas comenzó a aparecer el dominio de Riquelme sobre el grupo, Pompilio erigió como jefe a Carlos Ischia.