Jueves 09 de Octubre de 2008 Edicion impresa pag. 36 > Deportes
Llegada ordenada, al menos hasta el hotel

NEUQUÉN (AN/AC).- El arribo de las personalidades del showbol fue menos traumático de lo que se preveía de antemano. Por un lado, debido a que los pasillos del aeuropuerto Juan Domingo Perón no se inundaron de fanáticos ávidos de una foto o un autógrafo, y por el otro por la cantidad de agentes de seguridad que se dispuso la organización.

Unas 500 personas recibieron el saludo de Diego Maradona cuando bajó de la nave de línea que lo transportó junto a su troupe. Lo hizo pisando las 21, durante una noche plácida y templada, digna de la ocasión.

A esa altura, el imponente micro que trasladaría al plantel argentino rumbo al hotel instalado en adyacencias a la pista (en el casino) ya estaba en el lugar desde las 20:30.

La entrada del portentoso vehículo despertó los primeros alaridos de la gente, dado que está adornado con la figura del más grande jugador de todos los tiempos. El cole se paró al lado del avión y desde ahí transportó al plantel que dirige Gustavo Pitasi hasta el hotel.

Entonces se vieron los primeros actos de histeria. En el lujoso ingreso edificio, en un par de segundos, cayó más de un centenar de personas que fueron en busca del "trofeo". Hubo algunos forcejeos y el personal de seguridad consiguió que Diego y Cía. se refugie sin mayores problemas.

El "10" estaba distendido, enfundado en una remera blanca y "pescadores" oscuros. Detrás, uno a uno, ingresaron sus compañeros. Mancuso lo hizo con su inseparable equipo de mate.

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