BUENOS AIRES (DyN) - Las acciones y los bonos de la deuda doméstica no lograron frenar su desplome en el mercado local, en sintonía Wall Street, mientras la fuga de capitales y las operaciones de cobertura forzaron una nueva apreciación del dólar.

La creciente demanda de dólares obligó ayer al Banco Central a vender más de 300 millones de pesos en el mercado "spot" para contener el avance de la divisa, que a pesar de la fuerte intervención ganó un centavo hasta 3,24 pesos en el segmento minorista formal.

Gustavo Quintana, de Portfolio Personal, dijo que el mercado estuvo "muy intenso, con una actividad record de 884 millones de dólares entre los mercados de contado y futuro, un nivel que no se observaba desde junio", en plena crisis entre el gobierno y el sector agropecuario. La divisa estadounidense se apreció hasta 3,223 pesos en el segmento mayorista, con picos de 3,227, mientras el dólar marginal avanzó hasta 3,33 pesos, aunque llegó a un máximo de 3,4 pesos durante la jornada.

Operadores estimaron que el Banco Central intervino con más de 300 millones de dólares en el mercado "spot", en línea con su política de usar las reservas internacionales para enfriar la plaza cambiaria. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, sostuvo que la cotización del dólar está "totalmente a un precio razonable y controlado" y que hay que dejar que "funcionen la oferta y la demanda".

La intervención en el mercado de cambios ya le costó a la autoridad monetaria unos 3.500 millones de dólares de las reservas internacionales, desde los 50.500 millones de marzo último hasta los 47.011 millones de ayer.

En tanto, el riesgo país, que mide el diferencial de tasa entre los títulos soberanos y similares de los Estados Unidos, subió hasta 1.262 puntos básicos y los bonos locales cayeron más de 5% en promedio. El índice Merval retrocedió 1,82% hasta los 1.359,27 puntos en la Bolsa local. Quedó en su nivel más deprimido desde así el 6 julio de 2005.

Preocupación industrial

El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Lascurain, sostuvo ayer que "es evidente que no se sabe cuándo finaliza esta crisis", pero advirtió que puede producirle "un daño muy grande" a la industria nacional.

Lascurain destacó "dos afectaciones claras en la faz comercial de exportación e importación" de la crisis en la economía local. Por el lado de la exportación, estimó que las ventas externas argentinas "van a sufrir un retroceso por los precios de los productos". En cuanto a la importación, puntualizó que "el desvío de comercio desde Brasil a la Argentina puede hacer un daño muy grande a cadenas de valor enteras". A su criterio, el gobierno "tiene que defender el trabajo que se consiguió crear en los últimos años".