NEUQUEN (AN/ACE).- Los secuestrados en el centro clandestino comían lo que se preparaba en la cocina del batallón, mientras que los guardias y los suboficiales que tenían la función de carceleros en el lugar, recibían las viandas del casino de suboficiales.
Así se conoció luego de varios testimonios en las audiencias del juicio.
La primera novedad de que los detenidos recibían las raciones de los conscriptos la suministró el propio Oscar Ragni, quien explicó que durante el tiempo de búsqueda de pruebas, el suboficial Aldo Torino le dijo que en la época en la que desapareció su hijo, para el 23 de diciembre de 1976, se le pidió a la cocina que preparara "una ración más" de las que los suboficiales iban a buscar para llevar a "La Escuelita".
Torino fue a declarar a las audiencias y negó haberle dicho eso a Ragni, en tanto ambos se mantuvieron en su postura tras un duro careo que se llevó a cabo en el tribunal.
Ayer declaró Mariano Carrasco, uno de los cocineros del batallón que preparaba las raciones bajo el mando de Torino en la cocina.