BANGKOK.- Escenas de guerra civil se desarrollaron ayer frente al Parlamento en Bangkok, con las clásicas imágenes de gases lacrimógenos, huellas de sangre en la acera, agentes de policía protegidos por corazas, gases lacrimógenos y manifestantes heridos en el suelo.

El jefe de gobierno huyó desde el edificio del Parlamento en helicóptero.

En Tailandia se desarrolla una lucha sin precedentes por el poder entre el gobierno democráticamente elegido por un lado, y una oposicón extraparlamentaria por el otro, que cuestiona la madurez del pueblo tailandés de vivir en un sistema democrático.

Los enfrentamientos provocados durante toda la jornada que continuaron durante la tarde-noche del martes dejaron por el momento alrededor de 162 heridos.

En un primer incidente, 70 personas resultaron heridas, varias de gravedad, ante la resistencia de los manifestantes cuando la policía intentó dispersarlos con gases lacrimógenos cuando cercaban el Parlamento. La policía logró abrir paso a diputados de las cámaras baja y alta para celebrar una sesión parlamentaria para anunciar la nueva política del gobierno.
Al parecer por la explosión de bidones de gas lacrimógeno, al menos dos manifestantes perdieron las partes inferiores de las piernas, mientras que a otro le fue arrancada una mano. (DPA)