El polémico ex obispo castrense Antonio Baseotto afirmó que el gobierno de Cristina Kirchner "es marxista" y por ello "ataca a la Iglesia" y pretende además la aprobación del aborto.

Dijo además no saber "si hubo vuelos de la muerte" durante la última dictadura, aunque señaló que "si hubieran existido, son reprobables".

"Todavía está presente la ideología del marxismo, perfeccionada por Gramsci, en más de uno (de los funcionarios). Es decir, el Gobierno ataca a la Iglesia porque es marxista y quiere el aborto", aseveró.

El religioso, por otra parte, dijo no estar arrepentido de haberle enviado una carta pública al entonces ministro de Salud Ginés González García, a raíz de declaraciones del funcionario en las que se declaraba en favor del aborto, en la que proponía -citando el Evangelio- que "los que escandalizan a los pequeños merecen que les cuelguen una piedra de molino al cuello y los tiren al mar".

A tres años de esa misiva, declaró que "he dicho lo que tenía que decir. Era mi deber y no podía callarme".

Baseotto aseguró que González García "defendía públicamente el aborto y propiciaba por todos lados el uso de preservativos", en una entrevista publicada ayer por el diario Crítica.

"No cambiaría ni un punto ni una coma de la carta que le mandé. Quisiera que lo piense bien. Y, además, que sepa que me acuerdo de él ante Dios; que no dejo de rezar por él para que Dios le abra los ojos", sentenció.

Ante la pregunta de Crítica referida a la ideología del gobierno de los Kirchner a la que Baseotto acusa, el ex capellán responde: "es marxista, perfeccionada por Gramsci".

Desde ese paradigma, Baseotto descubre unidad en sucesos, a primera vista, aislados. "La tendencia del gobierno a facilitar el aborto", "las falsas acusaciones" contra el cura Julio César Grassi, "víctima de la campaña de desprestigio" y la "visión parcial sobre los años setenta", son -entiende Baseotto- evidencias sobre la organicidad del plan.

El cardenal Bergoglio tam

bién deslizó críticas aunque sin adjudicárselas al gobierno. En la 34° peregrinación juvenil a pie a Luján, en la que participaron más de un millón de personas, Bergoglio criticó a quienes "no escuchan" los reclamos del pueblo, porque prefieren "dominar al otro" o "simplemente nos les interesa el otro".

"Cuántas cosas cambiarían en el trabajo, en el barrio, si nos escucháramos. Cuántas cosas cambiarían en nuestra patria si aprendiéramos como pueblo a escucharnos", exclamó.

Tras preguntar "qué es lo que nos impide escuchar", el purpurado reflexionó: "Es querer imponer lo que yo siento, lo yo creo, lo que yo quiero. Es como querer dominar al otro o prescindir del otro o simplemente estar tan centrado en uno mismo que no me interesa el otro". (DyN y R.Central)