En un hecho que conmocionó a la Comarca Andina, dos personas que serían menores, asaltaron a un remisero de El Bolsón y lo tajearon salvajemente.
Ocurrió a las 3:30 de ayer, cuando los delincuentes esperaron la llegada de un coche de alquiler en el exterior de la agencia "Buen Viaje", ubicada en Sarmiento 2358, en pleno centro de la ciudad. Luego de abordarlo, le pidieron que los lleve al barrio Los Hornos.
Allí, a la vera del río Quemquemtreu y en una zona de espesa vegetación de sauces, donde se termina el camino, desde el asiento de atrás le mostraron armas blancas y le pidieron la recaudación.
El conductor, identificado como Adrián Rubén Azocar, de 30 años, accedió enseguida a entregarles los 200 pesos que portaba, esperando que se vayan de inmediato con el botín.
No conformes con eso, los desconocidos se quedaron con el teléfono celular y el handy del trabajador, tras tajearle los dedos de la mano derecha e inferirle tres puntazos por la espalda.
Pero lo peor estaba por venir. Antes de hacerlo bajar del taxi le hicieron otro corte en el cuello, ya con la intención de degollarlo.
Al abrir la puerta, y perdiendo sangre en abundancia, el remisero emprendió una veloz carrera por la misma calle de acceso, tratando de encontrar ayuda antes de desangrarse, aunque a esa hora sólo halló la vecindad durmiendo. Después de transitar en ese estado poco más de 20 cuadras, a metros de llegar al puente carretero sobre calle Azcuénaga optó por tirarse en un descampado, ya que pensaba que sus victimarios lo seguían en el auto para ultimarlo.
La fortuna quiso que, en realidad, las luces que veía fueran de
un patrullero, al que reconoció e hizo señas, ya con la mente obnubilada y a punto de desmayarse. Los uniformados, que hacían una recorrida de rutina- lo llevaron urgente a la guardia del hospital, donde recibió la primeras curaciones y se reanimó.
Luego de reponerse, su padre lo llevó hasta su casa, en Lago Puelo, donde ayer al mediodía dijo encontrarse "fuera de peligro, un poco mejor", pero aún bajo los efectos de un profundo shock.
Al parecer, el trabajador del volante reconoció a uno de sus asaltantes, al que describió a los investigadores como "un pibe al que llevé otras veces hasta el mismo barrio".
De inmediato los policías montaron un operativo para dar con el paradero de los violentos ladrones, pero hasta anoche no había detenciones. E taxi de la víctima apareció en la misma barriada donde ocurrió el ataque, con la puertas abiertas y la llave puesta.
El caso corrió rápidamente de boca en boca y no se descarta que hoy a primera hora haya una manifestación pidiendo Justicia, incluyendo un bocinazo generalizado por las calles céntricas.
