El gobernador neuquino, Jorge Sapag, y el secretario de Obras Públicas de la Nación, José Francisco López, encabezaron hoy el acto de apertura de grupos privados interesados en la construcción de la represa Chihuido I sobre el río Neuquén.
Cinco grupos integrados por 17 empresas cumplieron con la primera etapa del proceso para la ejecución de este complejo multipropósito que permitirá aportar energía al Sistema Interconectado Nacional, regar miles de hectáreas y regular las crecidas del río Neuquén para evitar inundaciones que afecten a las poblaciones ubicadas aguas abajo.
Las empresas interesadas en la construcción del complejo integraron cinco consorcios que son Camargo-Correa-Pampa Energy y EXA; Electro Ingeniería SA-Constructora OAS-LTD e Hidrocuyo SA; Roggio-CORSAP-COVIAN-EZUCO SA y Duke Energy; Industrias Metalúrgicas Pescarmona y José Cartellone SA y Odebrech.
La Nación y la provincia suscribieron un convenio para la constitución de una comisión que realizará el control de gestión de todo el proceso que tendrá como plazo para la presentación de las ofertas técnicas y económicas el 12 de mayo del año próximo.
La ceremonia.- López, al hablar durante la ceremonia en Casa de Gobierno, destacó la intención manifestada por el sector privado en el proyecto a pesar de la crisis financiera internacional que se vive en estos días. "El sector privado esta marcando con su interés que apuesta a la potencialidad de un emprendimiento que tendrá repercusiones en la Argentina y en los países vecinos".
Sapag, por su parte, hizo hincapié en el respaldo que la represa de Chihuido I tuvo desde un primer momento de parte de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. "Lo que hemos logrado con este proyecto es la articulación del federalismo de coordinación entre la provincia y la nación para encontrar nuevos caminos", afirmó.
Características del proyecto.- El complejo de Chihuido I demandará una inversión estimada de 900 millones de dólares con una central hidroeléctrica que aportará 478 megavatios, posibilitará el riego de miles de hectáreas y regulará el caudal del río Neuquén.
Se construirá a 5,5 kilómetros aguas debajo de la confluencia de los ríos Neuquén y Agrio, cubrirá una superficie de 17.000 hectáreas, demandará 1.500 empleos durante su construcción en forma directa y obligará a la reubicación de tres parajes rurales que quedarán bajo agua.
Las poblaciones de Agrio del Medio, Villa del Agrio y Quili Malal serán reubicadas mediante un proyecto que esta en marcha junto a los presidentes de las comisiones de fomento y las autoridades provinciales y nacionales.
Fuente: Télam