Domingo 05 de Octubre de 2008 Edicion impresa pag. 22 y 23 > panorama neuquino
La hora

El gobierno de Sapag entra esta semana en una zona de turbulencia. La mentada "paz social" alcanzada trabajosamente con los gremios estatales a partir de abril pasado, merced al otorgamiento de aumentos salariales de entre el 20 y el 25%, amenaza con diluirse como agua entre los dedos frente a una nueva escalada de reclamos.

La delantera en este planteo, fundado en una discutible interpretación del impacto inflacionario y alentada por el inminente ingreso de fondos frescos producto de la renegociación de los contratos petroleros, la lleva el poderoso gremio docente, que ya lanzó un plan de lucha en demanda de un aumento del 45% para todos los maestros. El miércoles ATEN realizará un paro total de actividades con la adhesión de ATE, que también pide una recomposición, y de los obreros de la ex cerámica Zanon, que reclaman la expropiación de la fábrica.

En las filas del gobierno admiten que se trata de una prueba de fuego, en la que será preciso recorrer un camino de "cordura y prudencia" para no perder el diálogo y el clima de convivencia logrados luego de casi una década de confrontaciones producto del estilo autoritario y compadrito desplegado por el anterior gobierno.

No obstante, destacan que las finanzas provinciales no permiten otorgar nuevos aumentos y descuentan que la inflación no alcanza bajo ningún concepto los niveles que alegan los sindicatos. Además, señalan que la desaceleración del crecimiento nacional y la grave crisis internacional desatada por el hundimiento de la economía estadounidense son elementos que se conjugan para trazar un panorama aún más delicado.

Coherente con esa lectura de la realidad, el gobierno difundió el viernes un informe sobre las finanzas provinciales que da cuenta de un aumento del 47% en el gasto público y una caída de los ingresos superior al 5% en los últimos nueve meses.

El trabajo consigna que en lo que va de la gestión el gasto en materia de salarios se incrementó en casi un 40%. Y como para que no quede ninguna duda de adónde apunta, atribuye el aumento del gasto -del 5% mensual- a la necesidad de "dar respuesta a las permanentes demandas salariales de los empleados públicos".

El lanzamiento de esta suerte de campaña destinada a advertir a la opinión pública sobre el estado de las cuentas y a abrir el paraguas frente a las fuertes demandas gremiales, incluyó una evaluación de la inflación que la sitúa en un 25,9% respecto de setiembre del año pasado. Es decir, en un nivel similar al de los aumentos salariales ya otorgados a los distintos ramos de la administración pública.

Paralelamente, la subsecretaria de Educación, Patricia Ruiz, salió a aclarar que en estos momentos el presupuesto "no está para dar aumentos" y pidió a ATEN que tenga "sentido común" para no perder el clima de diálogo alcanzado.

La funcionaria también llamó a la cordura a los auxiliares y administrativos del CPE agremiados en ATE, que vienen pidiendo la disminución del plazo necesario para que los empleados alcancen la estabilidad con una serie de medidas de fuerza que han llevado a la suspensión de las clases por falta de limpieza en 76 escuelas de toda la provincia.

Más allá de las legítimas aspiraciones de los empleados de las distintas reparticiones del Estado por mantener el poder adquisitivo de sus salarios, es un hecho que la escalada inflacionaria se ha detenido en los últimos meses producto del relativo enfriamiento de la economía acarreado por el conflicto del campo.

No por nada el recrudecimiento de las demandas salariales -tanto como los airados reclamos de mayores aportes de fondos por parte de los municipios- se produce en el mismo momento en que ingresan ingentes recursos provenientes de la prórroga de las concesiones petroleras.

En verdad, Sapag se va a tener que esforzar para persuadir a los gremialistas y al conjunto de la opinión pública de que se trata de recursos limitados y, acaso, de una de las últimas posibilidades de contar con un fondo consistente para promover en Neuquén un desarrollo alternativo a la industria de la administración pública.

Nada muy diferente deberá hacer el gobernador para convencer a los intendentes -quienes de la mano de los diputados de sus respectivos partidos han salido a reclamar a coro más coparticipación- de que no deberían arrojar esos recursos a los agujeros negros de sus respectivos déficits crónicos.

La del gobernador no es una tarea fácil, porque desde su propio partido se han alentado durante muchos años las soluciones cortoplacistas, tanto como la idea providencial de que Neuquén es una suerte de cuerno de la abundancia, cuyos recursos son inagotables y no hay más que patalear para obtener lo que sea.

Esa mentalidad ha calado hondo en la sociedad, al igual que la idea de que la corrupción reinante entre políticos y funcionarios no es tan grave como que éstos se nieguen a repartir el botín. Una concepción devastadora de cualquier principio moral y social si los hay, sintetizada en la histórica consigna de Jorge Sobisch "Es mejor un corrupto que un pelotudo".

En realidad, lo que Sapag deberá enfrentar en los próximos días y semanas es algo parecido a su hora de la verdad. Una lectura equivocada de lo que puede hacer con las finanzas podría llevarlo a "volcar la provincia". Pero aunque eso no ocurriera, si llegara al final de su mandato sin instalar un proyecto firme y duradero de desarrollo, habrá pasado por la gestión sin pena ni gloria, y en un partido del poder como es el MPN eso no se perdona.

Después de todo, allí está el sobischismo residual batiendo el parche agazapado, presto a volver al ruedo cuando se presente la oportunidad. No sería la primera vez, en fin, que la flaca memoria del electorado obra el milagro de convertir en deseables las desgracias de ayer.

Si como dejan trascender desde los más altos estamentos de la administración Sapag, pasados 10 meses de gestión y con todo el desgaste que eso conlleva las encuestas siguen favoreciendo al gobernador con un alto porcentaje de imagen positiva, sería bueno que éste jugara todas sus fichas a un proyecto de largo plazo que le sirva al conjunto de los neuquinos.

 

HÉCTOR MAURIÑO

vasco@rionegro.com.ar

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