SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Luego de una módica polémica sobre el verdadero resultado de la última temporada invernal, las estadísticas de la secretaría municipal de Turismo demostraron que la caída en la afluencia de visitantes existió, pero no tan fuerte como la referida por los más apocalípticos.

En las dos semanas de "alta-alta", es decir durante las vacaciones escolares de Buenos Aires y la capital, ingresaron a Bariloche 44.950 viajeros, lo que representa un 4,27% menos que en igual período de 2007.

Pero el dato que suelen mirar los expertos es la "estadía promedio" y allí el impacto fue aún menor.

Según las cifras difundidas por el municipio, este año en las dos semanas pico Bariloche en su totalidad vendió 224.441 pernoctes, con un caída interanual de apenas 2,57%. Es decir que vinieron menos turistas pero se quedaron más tiempo.

Durante el último mes hubo evaluaciones de la temporada de muy distinto tenor, aunque en todos los casos no aparecían fundadas en datos sino en sensaciones, o en experiencias particulares.

El ministro de Turismo de la provincia, Omar Contreras, dijo por ejemplo que el balance era "positivo" y que la invierno 2008 había sido "igual o mejor" que los anteriores.

Consideró "afortunado" que Bariloche hubiera podido sortear la crisis provocada por las cenizas volcánicas, el conflicto del campo y la falta de nieve.

En contraposición, el presidente de la Cámara de Turismo, Alberto Del Giúdice, habló de una temporada "difícil" y la Asociación de Hosterías y Hoteles de Bariloche pintó un panorama de alta preocupación, aunque incluyó en su evaluación los meses de mayo y junio, en los que sí fue notoria la menor afluencia por la falta de vuelos.

La entidad empresaria pidió "encarecidamente" a los funcionarios de Turismo que antes de hablar "recorran los comercios, restaurantes y hoteles" de la ciudad, donde la caída de la facturación habría dejado profundas huellas.

Según la estadística municipal, en el invierno 2007 la ocupación promedio de toda la oferta alojativa durante la alta temporada había sido del 80% mientras que este año bajó al 76%.

Claro que para leer ese dato es indispensable considerar el crecimiento constante de las plazas ofrecidas. Mientras en las dos semanas pico del invierno 2007 Bariloche tenía 23.392 camas disponibles, este año fueron 24.863 (un 6,3% más).

Otra referencia digna de atención es la creciente participación de los turistas argentinos en el total.