CINCO SALTOS (ACE).- Al menos tres familias de ladrilleros de origen boliviano se fueron a Mendoza debido a las presiones que recibieron por parte del municipio de Cordero y del Ente de Desarrollo del Lago Pellegrini (Endecic) en la zona de los hornos, camino al lago Pellegrini.

Así lo informó ayer uno de los representantes del incipiente agrupamiento de ladrilleros, Roberto Condorí, al término de una reunión que se llevó a cabo en el municipio de Cinco Saltos, donde los dueños de los hornos de ladrillos de la zona del lago Pellegrini y algunos concesionarios de canteras de la zona expresaron su malestar por las presiones a las que fueron sometidos en los últimos días para obligarlos a la reubicación.

"Nos fueron a ver a cada uno para que firmáramos un comodato que no es un comodato, es una intimación a que nos vayamos: si no firmamos la notificación, nos teníamos que ir; y si firmabamos el comodato, también estábamos obligados a irnos del lugar a partir del 1 de enero sin posibilidad de ningún otro planteo", dijo.

En la reunión del jueves por la noche, la representación de la pastoral de migraciones puso en claro que los dueños de los hornos fueron intimidados, con notificaciones que fueron entregadas con dos policías, y por personal que en algunos casos les maltrató insultándoles abiertamente.

El resultado de la reunión fue que se determinara un compás de espera hasta finalizar una nueva reunión con todas las partes para resolver la problemática del asentamiento de los hornos camino al Pellegrini.

En la reunión se informó que el municipio de Cordero les cobró más de 25.000 pesos en multas, desde que inició la campaña para que se vayan del sector que ocupan hace unos 8 años a ambos lados de la ruta 70, a pocos kilómetros al ingreso de la villa turística del Pellegrini.

"Hoy fuimos a la escuela y nos dimos cuenta que mientras algunos de nosotros estábamos preparados para estas presiones, otros no: hay tres familias que los chicos ya pidieron el traspaso a Mendoza porque se asustaron. Porque si se quedan no pueden trabajar, les agarra nuevamente el intendente (de Cordero) con las multas o se los desaloja con gendarmería", ejemplificó.

Condorí explicó que se fueron a Mendoza donde "pueden trabajar en los ladrillos, sin tanto miedo".

Como se recordará, el municipio de Cordero en julio clausuró los hornos de ladrillos por falta de licencia comercial. Un día después se les permitió vender la producción que ya tenían y luego de varias reuniones, se les indicó que serían reubicados en otro sector, a unos 8 kilómetros del lugar, sin servicios ni tierra adecuada para la manufactura de ladrillos, indicaron.

Como ya se ha publicado, el terreno donde ahora están ubicados es propiedad del Endecic, el ente de Desarrollo integrado por Cordero, Cinco Saltos y Campo Grande, entre otras instituciones.