La principal causa de muerte de jóvenes de entre 15 y 19 años no es el sida, ni el cáncer, ni cualquier otra enfermedad, sino los accidentes de tránsito. La información fue publicada por "Río Negro" el 17 del mes pasado, pero ante los hechos ocurridos esta semana vuelve a ser pertinente su reiteración.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) brindó el año pasado este dato que se hace tanto más inquietante cuando se verifica que las familias con suficientes recursos económicos tienden a comprarles y regalarles vehículos a sus hijos cada vez a edades más tempranas. Un estudio de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos asegura que la región del cerebro que inhibe el comportamiento riesgoso no se desarrolla completamente hasta los 25 años. Quiere decir, según esta investigación, que no están aptos para tomar las mejores decisiones y elegir qué es lo mejor para no correr riesgos.
"El problema es peor entre los que tienen 16 años, dado que su experiencia al volante es la menor y su falta de madurez hace que se arriesguen más", dice el informe. (AV)