PLAZA HUINCUL (ACC) - El grupo de 34 empleados de una empresa de servicios petroleros que aguardaba cobrar sus salarios atrasados desde hace dos meses, mantenía ayer la protesta y a la espera que se les deposite el dinero adeudado.

Los trabajadores entraron en conflicto a mediados de mes cuando advirtieron que el atraso en el pago de los sueldos era cada vez mayor y no había respuesta por parte de la empresa.

La intervención del Sindicato de Petróleo y Gas Privado permitió entonces iniciar una negociación con YPF, para que se destrabe un pago y vaya directamente a cada una de las cuentas de los obreros.

Sin embargo, hasta ayer, ese trámite no se había concretado, tal como manifestaron los empleados.

"Nos dijeron que hoy iba a estar hecho el depósito pero hasta ahora no tenemos nada", dijo uno de los trabajadores que participa de la protesta en las puertas de la empresa.

Si bien en el inicio del conflicto se habían apostado en el interior de las instalaciones, luego prefirieron salir al perímetro exterior para evitar cualquier tipo de reclamo de parte de los dueños de la firma.

"Estamos acá y lo único que recibimos fueron los 1.000 pesos que el sindicato nos había comprometido a darnos, pero de los sueldos que ya suman dos meses, no tenemos noticias", refirió.

Es por esta razón que permanecen con quema de cubiertas e instalados frente la portón de ingreso de la empresa Felta Sur.

Las medidas de fuerza se iniciaron el pasado 10 de septiembre y desde entonces, aguardan percibir los haberes adeudados.

Al parecer, el sindicato mantuvo una reunión con la petrolera YPF para la cual Felta Sur prestaba servicios. Por esta razón que se había acordado destinar el pago a los trabajadores de forma directa, porque si van a las cuentas de la empresa, los fondos se embargan por las dificultades económicas que afronta.

De todos modos, este trámite es el que se demoró, según explicaron ayer los empleados.

Esta empresa, asentada en el barrio Uno, presta servicios a la industria petrolera, que consiste en calibrar, mantener y habilitar las unidades de medición del petróleo.

Se aboca específicamente a medir el caudal y el volumen del petróleo que se vende dentro de la cuenca neuquina.

Al inicio del conflicto fue Guillermo Pereyra, el secretario general del gremio, quien dialogó con los empleados para tratar encontrar una vía de solución al conflicto planteado.