Los gobiernos europeos difieren sobre cuánto deben intervenir y sus diferencias podrían alejarlos.
Las conversaciones, organizadas apresuradamente por el presidente francés Nicolás Sarkozy, se realizan en medio de señales crecientes de que la crisis financiera que devastó a Wall Street se está extendiendo a la economía real y está agravando la desaceleración en Europa.
Poco antes del comienzo de la cumbre, Sarkozy se reunió con el director gerente del Fondo Monterario Internacional, Dominique Strauss-Kahn. La crisis financiera global es una ``prueba de fuego'' para Europa, que debe mostrarse capaz de responder como lo hizo Estados Unidos, dijo Strauss-Kahn en breves declaraciones a la prensa.
El jefe del FMI exhortó a Europa a asumir sus responsabilidades ``tal como hizo Estados Unidos'' al aprobar la ley de rescate de instituciones financieras de 700.000 millones de dólares.
El presidente George W. Bush firmó rápidamente la iniciativa para convertirla en ley.
Los gobiernos europeos han tenido que intervenir y rescatar a algunos bancos mayores en días recientes, incluso el Bradford & Bingley de Gran Bretaña, el belga-holandés Fortis, el Dexia de Bélgica y la firma de bienes raíces Hypo de Alemania.
Sarkozy declaró que para la cumbre del sábado se requiere ``un esfuerzo intenso para coordinar'' la respuesta de Europa a la crisis.
Pero un colaborador íntimo de Sarkozy trató de bajar las expectativas, diciendo que el líder francés, el primer ministro británico Gordon Brown, la canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro italiano Silvio Berlusconi ``no van a salvar al mundo'' en sus conversaciones del sábado por la tarde.
El ayudante presidencial dijo que los líderes ``buscarán una posición común'', ``se pondrán a trabajar seriamente'' y se prepararán para reuniones internacionales venideras, como la de la semana próxima, cuando habrá conversaciones del Grupo de los Siete sobre la economía de naciones de la UE, Estados Unidos, Japón y Canadá.