CIPOLLETTI (AC).- Un clima tenso se vivió anoche en la sede local del Consejo Provincial de Educación, donde se encontraba un grupito de madres "tomando" las instalaciones en apoyo al reclamo de los maestros rurales. "Esta es una medida pacífica en respaldo a los docentes porque queremos que les den una solución y que nuestros hijos vuelvan a tener clases", dijeron las mujeres poco después de que la policía se presentara en el lugar advirtiendo sobre un eventual desalojo.
Ante ello, las manifestantes convocaron también a los docentes, que desde hace más de una semana realizan una retención de servicios en reclamo por la movilidad; protesta que afecta a unos 800 alumnos. Cerca de las 23 la situación se alivió tras una reunión con las madres, docentes, el fiscal de turno y funcionarios del CPE. "Quedamos en que vamos a permanecer acá hasta que den una respuesta positiva", confirmó Guillermina, una de las tres mamás. Les dejaron custodia policial.
Si bien la situación afecta a varias escuelas, la retención de servicios comenzaron a realizarla los docentes de las primarias 142, 50 y 45. La medida es por una actualización de los compensatorios que se pagan por movilidad y el cambio de condición para recibir el valor por kilómetro.
"Ante el reclamo, desde la vocalía del Consejo nos autorizaron a actualizar la movilidad pero no el cambio de condición. Si se paga el valor boleto, no se puede cambiar al valor kilómetro. Fuimos a las empresas de transporte, pedimos la actualización y le hicimos la propuesta a los docentes. Como no la aceptaron, el Consejo de Educación les puso a disposición dos Traffics pero no hicieron uso de ellas", informó Matías Magallán, coordinador Regional de Educación ayer por la mañana.
La alternativa de las "Traffics" lejos estuvo de conformar. "No contempla la situación de las maestras jardineras, de plástica, música y educación física, que tienen horarios diferentes. Además no resuelve el problema de los docentes de los otros establecimientos que están en la misma situación", informó Carina Pita, secretaria general de Unter a nivel local. Y las madres agregaron: "tampoco contempla los casos de docentes que viven en barrios alejados o los que viajan desde otras ciudades".
Los maestros rechazaron la propuesta y decidieron continuar con la retención de servicios, mientras que un grupito de padres resolvió instalarse en el edificio de supervisión. Cerca de las 21 estaban tres madres de la escuela 50 con sus hijos cuando llegó la policía. Contaron que primero fueron dos efectivos y luego otros dos. En el lugar también estaban funcionarios de Educación. "Nos quieren desalojar", dijeron las mujeres, que en pocos minutos contaron el respaldo de un grupo de maestros de varios establecimientos rurales. Pero luego de una reunión, el panorama cambió. Aunque las madres no desistieron (y a ellas se sumaron docentes) se desvanecieron las versiones de un desalojo.