Desde hoy y por seis días, el sector agropecuario deja de comercializar granos y ganado para exportación. Al igual que durante la medida de fuerza llevada a cabo en marzo último, las cuatro entidades de la Mesa de Enlace ejercerán presión sobre el Gobierno y la opinión pública para activar políticas estatales que favorezcan la rentabilidad de esa área productiva.
El método de acción será, nuevamente, la "presencia" en las rutas. Que en realidad significa "control de cargas y entrega de panfletos", con altas probabilidades de cortes de caminos. De hecho, desde la Federación Agraria Argentina, la entidad que llevó la propuesta de esta nueva medida de fuerza al seno de la Mesa, ya hablan de que sus dirigentes estarán recorriendo "los piquetes" en el interior del país.
Anoche, a horas que de que empiece el quinto paro agropecuario desde que asumió Cristina Kirchner como presidenta, la mandataria criticó la actitud de los ruralistas y les pidió mayor responsabilidad. En el marco de la presentación del intercambio comercial con Brasil en moneda local, la Presidenta también volvió a defender el intervencionismo estatal en la economía.
Raúl Victores, presidente de la Sociedad Rural de la localidad bonaerense de San Pedro, que fue detenido y procesado por bloquear la ruta 9 en la anterior protesta, confesó que "si el Gobierno empieza con los Kunkel, si empiezan los agravios y las mentiras, terminamos mal. Y no descartamos que puedan llegar a haber cortes".
Por parte de las entidades de la Mesa de Enlace, públicamente no incentivaron los cortes. Están preocupados por la opinión negativa que se pueden formar del sector las poblaciones urbanas. Desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), su vicepresidente Néstor Roulet, negó que se dispongan cortes de ruta o trabas a camiones cerealeros.
Más allá de esta amenaza latente, en las bases aseguran que el productor no está con el espíritu de lucha que había cuando se discutía la resolución 125. Un alto dirigente de CRA en Santa Fe describió el clima que se vive en los pueblos: "Juntar veinte tipos va a ser un acontecimiento. La gente no está con el espíritu combativo que había hace cuatro meses. El productor se enfrió; está resignado".
La misma apreciación tuvo Juan Ferrari, presidente de la FAA de Gualeguaychú y mano derecha del líder ruralista de Entre Ríos, Alfredo de Angeli: "La gente esta más tranquila. Tiene la necesidad de que le resuelvan el problema, pero es dispar el apoyo a esta nueva protesta".
En Córdoba, Marco Antonio Giraudo, referente de los autoconvocados de esa provincia, también expresó que "el clima no tiene nada que ver con la otra vez". Según relató a este diario, "hay un sector de la población que está preocupado, pero hay un gran sector que está muy apático y sin ganas de hacer nada; el productor tiene miedo porque antes estuvimos cincos meses y quedamos peor.
(DyN y Redacción Central)
