TIJUANA, México (AFP) - La violencia extrema por las disputas entre cárteles de la droga se instaló en la frontera de México con Estados Unidos, donde unas 40 personas fueron asesinadas esta semana en la ciudad de Tijuana, mientras que en el también limítrofe estado de Chihuahua suman 1.400 homicidios en lo que va de 2008.
La calma relativa que había alcanzado Tijuana en los últimos meses trastocó en una ola de violencia que irrumpió esta semana con sangrientos ajustes de cuentas entre narcotraficantes, que han dejado 34 muertos, según las autoridades, y unos 40 para fuentes independientes.
La violencia en Tijuana no es ajena a la escalada que se vive en varios puntos del país, cuyo pico se registró el 15 de septiembre en Morelia (oeste), donde ocho personas murieron y 106 fueron heridas por el estallido de dos granadas durante un festejo patrio con miles de personas.
Más de 3.000 personas, según recuentos de la prensa, han sido asesinadas en el transcurso de 2008 en todo el país, pese a un operativo federal contra el crimen organizado con 36.000 militares, que incluye a Tijuana y Chihuahua.
En el más reciente episodio en Tijuana, ayer fueron hallados ocho cadáveres en un predio de un parque industrial cercano a un jardín de infantes. "Son ocho ejecutados, de los cuales uno está esposado, tiene mutilado un dedo y en el lugar encontramos más de 60 casquillos" percutidos, dijo una fuente de la procuraduría de Baja California .
Los cuerpos fueron colocados boca bajo y formados en fila, todos atados de pies y manos y con el clásico tiro de gracia del crimen organizado en la cabeza.
La crueldad es el rasgo distintivo de la serie de homicidios que comenzaron el lunes en Tijuana con el hallazgo de 16 cadáveres, 12 de los cuales estaban apilados en un terreno baldío, donde se hallaron mensajes dirigidos a Fernando Sánchez Arellano, alias "El Ingeniero", un miembro del cártel de Tijuana.
En el hecho de ayer, otro mensaje señalaba: "ahí está tu gente, albañil", considerada una forma peyorativa de referirse al "ingeniero". La sucesión de asesinatos siguió el martes cuando las autoridades localizaron cinco cadáveres, tres de ellos colocados en ácido, mientras que al día siguiente dos cuerpos aparecieron en un puente que pasa por encima del río Tijuana.
En esa ciudad limítrofe con San Diego tiene su feudo la banda de los hermanos Arellano Félix, también conocida como cártel de Tijuana. A raíz de la violencia, Tijuana, de 1,4 millones de habitantes y con decenas de plantas ensambladoras de empresas transnacionales, ha visto decrecer el fuerte flujo de turistas estadounidenses, sobre todo jóvenes, que diariamente cruzaban la frontera por diversión. En el también estado fronterizo de Chihuahua, las incesantes disputas entre bandas de narcotraficantes han dejado un saldo de unos 1.400 muertos en lo que va del año, de los cuales más de mil en Ciudad Juárez.
Cuatro ejecutados fueron localizados por las autoridades en las últimas horas en Chihuahua .
La línea fronteriza es campo de batalla entre las organizaciones de narcotraficantes por el control de las plazas locales y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.