NEUQUÉN (AN/ACE).- La abogada Ivana Dal Bianco, quien junto a Romina Sckmunck representa al Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh) como querellantes en el juicio oral contra los ocho militares acusados de graves delitos durante la represión de la dictadura militar, señaló que "no fue nuestra intención recusar al tribunal ni que se suspenda el juicio".

Lo dijo ante la consulta sobre el incidente que se generó en la audiencia de la semana pasada, y una hipotética suspensión del juicio, cuando opinó que los jueces, al limitar la requisitoria a los testigos a los hechos por los que han sido convocados y no autorizar a que se los interrogue sobre otras circunstancias, con su decisión "adelantan criterio" y pidió que revisaran esa actitud.

Gustavo Olivera, quien junto a Gustavo Mazzieres representan al querellante Francisco Ledesma, hizo similar planteo, aunque dijo "no es que se adelante opinión, eso me parece un poco excesivo, pero el juicio es el momento de exponer toda la prueba...", y abundó con argumentación en el mismo sentido del planteo de Dal Bianco. El fiscal Manuel de Reyes Balboa disintió con los querellantes: "el Tribunal tiene la facultad de resolver los planteos según su entendimiento y en todo caso a las partes les queda el derecho de reserva de casación". El episodio sucedió tras la declaración del testigo Pedro Maidana, pero la situación se había presentado previamente con los testigos Roberto Liberatore y Raúl Axel Pastor.

Cuando Dal Bianco -luego de que los jueces no autorizaran que se preguntara sobre cuestiones distintas por las que había sido llamado el testigo- dijo que con su resolución el tribunal "adelanta criterio", el presidente Orlando Coscia le planteó: "Doctora, ¿está haciendo una recusación al tribunal?".

-Eso queda a su interpretación... -contestó Dal Bianco, lo que motivó que Coscia determinara un cuarto intermedio de 15 minutos y se abriera el interrogante de la continuidad de la audiencia.

-¿Pudo haberse frenado el juicio? -se le planteó a Dal Bianco posteriormente.

"Fue incidente menor en medio de una jornada tensionada. No quiero que se genere el fantasma de una posible suspensión del juicio, porque no es intención nuestra, ni recusar al tribunal", dijo.

Añadió que "el problema es hasta dónde uno puede preguntar a las víctimas, si sus casos no están en este tramo por una cuestión arbitraria como en su momento se dijo".