Rusia decidió postergar por espacio de 60 días la aplicación de restricciones a las importaciones de frutas argentinas, que debía entrar en vigencia hoy, en respuesta a gestiones iniciadas por el gobierno nacional, informó el canciller Jorge Taiana.

Taiana, a cargo de la misión multisectorial que actualmente visita la capital rusa, acordó ayer con el canciller a cargo, Andrei Denisov, "que las restricciones que se iniciarían mañana 1 de octubre (por hoy) no serán aplicadas y se abrió un plazo de 60 días, durante el cual se descuenta que se alcanzará un acuerdo satisfactorio acerca de los requisitos técnico-sanitarios", señaló la Cancillería a través de un comunicado.

"Las gestiones que realizaron el SENASA y la Cancillería de nuestro país fueron decisivas para lograr un entendimiento entre las dos partes", recalcó el comunicado.

De esta forma se evitó que se interrumpieran, por razones de regulaciones implementadas por las autoridades rusas, "los flujos normales del comercio de la fruta argentina, un producto que goza de prestigio y acuerdos en la mayoría de los mercados del mundo", señaló la Cancillería.

Rusia es el principal mercado de destino de las frutas de pepita argentinas y de limones. Nuestro país es además el segundo proveedor mundial de peras a Rusia.

A mediados de la semana pasada, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) informó que a partir de hoy se iba a cerrar el mercado ruso para las exportaciones argentinas de manzanas, peras, uvas, naranjas, limones y mandarinas, medida que ahora fue aplazada por espacio de 60 días.

La decisión rusa fue tomada por el Servicio Federal de Control Veterinario y Fitosanitario de la Federación, a partir de nuevas disposiciones fitosanitarias.

"Cabe agregar que la producción de origen vegetal de la Argentina cumple con las normas nacionales e internacionales en materia de inocuidad alimentaria, destacándose que la normativa rusa al respecto es más exigente que el Codex Alimentario Internacional y la UE", dijo en ese momento el SENASA.

La decisión rusa de aplazar el inicio de la aplicación de restricciones a la frutas argentinas favorece a provincias productoras como Río Negro, Neuquén San Juan, Mendoza y Tucumán, entre otras.

En la práctica, el aplazo en la aplicación de las restricciones no implica mayores exportaciones con ese destino, sino que la fruta que está en tránsito hacia Rusia pueda llegar sin dificultades. Si una empresa decidiera hacer un nuevo envío, está con los plazos acotados para hacerlo porque entre trámites y viaje se consumen los sesenta días de prórroga acordados.

Estadísticas oficiales detallan que en los primeros siete meses del año las colocaciones de peras en este mercado totalizaron las 116.000 toneladas, cifra que representa el 27% del total de la oferta exportable hasta esa fecha. En manzanas los volúmenes colocados alcanzaron las 71.700 toneladas, concentrando el 33% del total de las exportaciones en este mismo período.

Lo que está en juego para la región del Valle con esta sanción es algo más de 120 millones de dólares entre ambas especies. A esto hay que sumarle la uva de mesa con exportaciones anuales de unas 17.000 toneladas, por algo más de 20 millones de dólares.

Lo preocupante es que no hay mercados alternativos para colocar semejante cantidad de fruta como la que actualmente se destina a Rusia. (Télam/Redacción Central)