Miércoles 01 de Octubre de 2008 Edicion impresa pag. 35 > Policiales y Judiciales
Llega el turno de los alegatos por un violento asalto en Bariloche
La víctima fue el dueño del restaurante "Chalet Suisse", brutalmente golpeado por presuntos electricistas

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En la continuación del debate de la causa por el violento asalto al propietario del restaurante "Chalet Suisse", Alfredo Giobbi, ayer declararon los últimos testigos y, si bien de sus dichos trascendió que habría problemas de pareja en los días previos al hecho, nada permitió tener a la mujer como sospechosa, y tampoco desvinculó del hecho a Gastón Rozada, por el momento el único imputado individualizado y enjuiciado.

El hecho que el fiscal Eduardo Fernández le atribuye a Rozada ocurrió a las 14:50 del 20 de julio de 2007, cuando Giobbi invitó a pasar a presuntos electricistas y comenzaron a trabajar en la cocina, pero de manera imprevista lo atacaron y golpearon hasta dejarlo indefenso, antes de robarle todo el dinero y las joyas que había en la casa.

Resultó infructuoso el empeño del tribunal por hallar a Luis Tejerina, el hombre que actuó de nexo entre los delincuentes y la víctima, en conocimiento o no de que se cometería un ilícito, requerido por el defensor de Gastón Rozada, Rodolfo Rodrigo, quien sospecha que tuvo activa participación en el hecho y que su asistido es sólo "un perejil". A quien sí hallaron es a Antonio Enríquez, quien dijo conocer a los damnificados desde enero del 2007, por asistir todos a la Iglesia de los Santos de los Últimos Días.

Enríquez declaró que fue quien introdujo en el círculo a Tejerina, porque en una ocasión lo acompañó a la casa de Giobbi y se ofreció a solucionar un problema eléctrico que se presentó durante la reunión. Esa circunstancia, según el testigo, motivó que Giobbi le comentara que necesitaba realizar otras tareas de mantenimiento.

También reconoció Enríquez haber escuchado confidencias que le realizó la esposa de Giobbi, Tamara Zadovsky, y consultas sobre la honestidad de Tejerina, a quien le confiaron una suma de dinero para que realizara un trámite.

Más tarde declaró Rodolfo Acuña, sobrino de Giobbi, quien llegó al escenario del asalto cuando su tío había sido agredido, y responsabilizó a Tejerina por el suceso, al menos con un grado de sospecha. El último testigo, Víctor Lázaro, no aportó al esclarecimiento más que un comentario sobre la extrema agresividad de los asaltantes.

En un momento se habló de ampliar la acusación a un hermano de Rozada y tratar de ubicarlo, pero el debate concluirá hoy al mediodía con la presentación de alegatos.

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