Miércoles 01 de Octubre de 2008 Edicion impresa pag. 23 > Internacionales
CONTEXTO: Cóctel político que complica

STEPHEN COLLINSON

La explosiva combinación de una presidencia debilitada, un vacío político, una agria batalla por la Casa Blanca y la perspectiva de tensas elecciones en noviembre, obstaculizan la aprobación del plan de rescate del sistema financiero estadounidense.

El presidente George W. Bush bregó ayer por duodécima vez en 13 días por la aprobación del plan . Hasta ahora, sus llamados han sido en vano, mostrando su impotencia para congregar tras de sí no ya al país, sino a los legisladores de su propio partido.

En la Cámara baja, los demócratas criticaron la incapacidad de los líderes republicanos para controlar a su bancada y aprobar la iniciativa. Cerca de dos tercios de los congresistas republicanos se pronunciaron contra el proyecto.

Ayer, el jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, hizo un llamado a que se detengan las acusaciones entre partidos. Igual petición hizo el republicano Mitch McConnell, quien destacó que los pequeños comercios empiezan a verse afectados por la congelación del mercado crediticio. "Esta crisis financiera va a ser manejada por el Congreso esta semana", aseveró.

Los republicanos más conservadores, que votaron "no", han declarado que se niegan a dar un cheque en blanco al "rey Henry (Paulson)", arquitecto del plan, que según ellos, conspira contra las libertades fundamentales, que sufrirían bajo un gobierno dotado de plenos poderes.

En el campo demócrata, los legisladores apoyaron mayoritariamente el proyecto. Quienes se opusieron reclaman que no se limite a salvar a Wall Street sino que que auxilie también a los asalariados y propietarios de viviendas en dificultades. Según un sondeo del Washington Post y ABC, 47% de los electores rechazan el plan de rescate, contra un 45% que lo apoyan. (AFP)

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