Según la investigación, tanto padres como madres coinciden en enunciar marcadas diferencias entre la sexualidad de sus hijos y las de sus hijas. Por ejemplo, "está todavía muy activo el concepto de que el varón usa a la mujer", remarca la ginecóloga Alicia Figueroa. Todo esto determinaría un sistema de prejuicios y creencias -erróneos, por si hace falta aclararlo- que no sólo subsisten aún, sino que se encuentran muy activos y son los que mantienen candentes las problemáticas de los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual.
Ellos, supuestamente...
" Vivirían la actividad sexual simplemente como "una necesidad biológica".
" Tendrían "más instinto y menos cabeza" que las mujeres.
" "Deberían" debutar sexualmente alrededor de los 16 años y "con cualquier chica, no con su novia".
" Si eligen "una buena chica", o "conocida" como compañera sexual, estarían "a salvo" de infecciones de transmisión sexual... aunque no usen preservativo.
En cambio, ellas...
" Tendrían "más que perder" que los varones con el inicio de su vida sexual activa; su sexualidad es más "riesgosa".
" Deberían iniciarse sexualmente sólo "por amor" (el placer está borrado).
" "Debería" ocurrir alrededor de los 18 años y con un novio formal o pareja estable.
" Se asume que son más maduras y que una de sus responsabilidades sería la de cuidarse de los hombres.