BUENOS AIRES (ABA).- Aunque parezca lo contrario, con el plan de lucha decidido ayer por la mesa de Enlace se impuso la postura más blanda.

Es que durante la tensa reunión en la sede de la Federación Agraria, el anfitrión, Eduardo Buzzi propuso ir más allá, incluyendo en las medidas de fuerza el corte de rutas.

En cambio, Hugo Biolcati (SRA), Mario Llambías (CRA) y Carlos Garetto (Coninagro) se inclinaron por limitar la medida al cese de comercialización y una movilización al Congreso.

Como el corte de comercialización comienza en la medianoche del viernes, a los efectos prácticos se apunta a que "no haya ingreso de hacienda al mercado de Liniers recién el lunes", confió Garetto a "Río Negro". Pero atizar más el conflicto -como el anuncio de un acto formal- significaría incentivar una comparación ineludible con las masivas manifestaciones con que la sociedad adhirió al campo durante el conflicto por las retenciones móviles.

"Es lo que quiere el gobierno, darnos una penitencia por lo de las retenciones, quieren que -siendo el actual otro escenario- la gente diluya el respaldo que tuvimos. Por eso, si bien nos gustaría que nos acompañen, no buscamos en este caso un apoyo masivo", afirmó el vicepresidente de FAA, Pablo Orsolini.

Los ruralistas consideran que la gestión de Cristina K hace una diferenciación clara en contra del sector agropecuario, mientras flexibiliza la postura ante el club de París y los bonistas que quedaron fuera del canje.

"El objetivo es demostrar que estamos peor que antes del 11 de abril cuando se intentó imponer la resolución 125", coincidieron.

Para colmo, con la caída del precio internacional de la soja las retenciones (del 35 %) terminan en varias jurisdicciones siendo más altas que lo que hubiera correspondido pagar en concepto de retenciones escalonadas. En el peor de los casos llega al 38 %, es decir solo tres puntos más, índice que podría seguir descendiendo si se profundiza la crisis en los mercados.

Buzzi insistió con el encuadre político del tema. Por ejemplo, con el reclamo contra los superpoderes, que desde la óptica de Garetto se trata de "una dura lucha por la renta".

Aún cuando Biolcati reclamó el cese total de las retenciones, sabe -como sus pares- que es una utopía. "El objetivo es una reducción gradual de acuerdo a una segmentación", apuntó Ulises Forte de la Federación Agraria.

Es como "arrancar de nuevo" y la salida no es clara, coinciden. Agregan que Cheppi no tiene "poder político" al igual que su predecesor Javier de Urquiza quien -de acuerdo a una versión- iría a un cargo en representación del gobierno argentino a Bruselas. Tal vez Cheppi -bromeó un dirigente agrario- espere que algún día le ofrezcan una embajada.