SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM)- Dos pequeños incendios de pasturas provocados por quemas descontroladas, han puesto en alerta a las autoridades del Parque Nacional Lanín y de la Dirección provincial de Bosques, frente a condiciones ambientales que tornarán crítica la llamada "temporada de fuego", con la llegada del verano.
Temperaturas un 40% por encima de las medias históricas, sequía y disminución de humedad en los tejidos de las plantas, aumentarán de manera notoria el riesgo de "grandes conflagraciones", ya sea por causas naturales o inducidas por el hombre.
Los dos focos se produjeron el pasado 24, uno en Chapelco Chico, que afectó poco más de media hectárea de matorrales, y bel otro se desató en tierras del Regimiento Cuatro.
Según confirmó el jefe de Departamento de Incendios, Comunicaciones y Emergencias del Parque Lanín, Eduardo Jones, el dato a tener en cuenta es que "no hay registros de este tipo de incidentes en el pasado cercano, pero no es un hecho fortuito, sino que responde a una serie de eventos naturales que predisponen al combustible forestal a arder". Para poner negro sobre blanco, Jones dijo que "es un indicador de alta probabilidad de incendios forestales durante el verano próximo".
En ese sentido, conviene repasar el "Informe General de Tendencias Climáticas Globales para Argentina", del 25 de agosto pasado, elaborado por la Coordinación de Lucha contra Incendios Forestales de la Administración de Parques Nacionales, cuyas fuentes de referencia son el "Internacional Research Institute form Climate and Swciety", y el Servicio Meteorológico Nacional y el Área de Meteorología y Comportamiento del Fuego del Plan Nacional de Manejo del Fuego.
Algunos indicadores
La que sigue es una síntesis de sus indicadores. La temperatura media se pronostica un 40% mayor que la media histórica, conforme los registros que se toman desde 1969 (para la región es de 17 grados centígrados en la época del año bajo estudio). En esas condiciones, la vegetación transpira más y se seca más rápido.
Las informaciones relacionadas con las precipitaciones reconfirman la tendencia de sequía general. Las menores precipitaciones estarán en torno de hasta un 25% por debajo de lo normal, y serán perceptibles en Buenos Aires, gran parte del NEA y centro del país, en tanto que para la Patagonia se espera desde setiembre del 2008 hasta febrero del 2009 una "zona de estación seca".
El informe de Jones señala que "a mayores temperaturas y ocurrencias de estaciones secas, mayor posibilidad de tormentas eléctricas, que descargan en las zonas más altas de los cerros, donde resulta más difícil llegar a los combatientes de incendios forestales" para realizar lo que se conoce como "ataque inicial".
Asimismo, la predisposición de los combustibles vegetales a arder aumenta en modo acumulativo, lo que favorece la rápida propagación del fuego. Una de las propiedades que modifica la forma de propagación del fuego es la humedad de los combustibles vivos.
La vegetación (árboles, arbustos y herbáceas) mantienen durante el verano niveles normales de humedad en sus tejidos, siempre y cuando la provisión de agua desde el suelo sea adecuada.
Si, en cambio, la disponibilidad de agua es deficiente, la demanda hídrica por evapotranspiración produce disminución de los niveles de humedad del follaje por debajo de los umbrales esperables, lo cual torna "altamente inflamables" a la cubierta vegetal, "aumentando el riesgo de grandes conflagraciones ante fuentes de ignición".