SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los empresarios del área Catedral coincidieron en que la temporada fue más floja que años anteriores.
Afirmaron que en particular, fueron malos los meses de junio y julio, por falta de nieve y problemas en los vuelos. Durante este período la montaña operó en forma muy condicional y ello motivó que la mayoría de los turistas esquiadores corrieran las fechas de sus vacaciones.
No obstante, agosto fue normal y setiembre tuvo muy buen tiempo y abundante nieve. "Fue una temporada difícil", resumió Alberto del Giúdice, titular de la Asociación Empresarial del Área Catedral y asimismo presidente de la Cámara de Turismo de Bariloche.
Socio de un importante centro de alquiler de equipos de esquí, evaluó que económicamente el invierno fue aceptable, ya que la temporada comenzó con muchos problemas de muy difícil solución. "El volcán Chaitén, el conflicto del campo y el clima fueron problemas ajenos a nuestra incumbencia", recordó.
Dijo que "contra viento y marea el empresariado de Bariloche, con el apoyo del Estado, hizo todo lo posible para buscar soluciones y estimo que la temporada fue aceptable".
Similar lectura realizó Elizabeth Galdo, gerente del histórico Club Hotel Catedral, el de mayor capacidad de alojamiento en la montaña. Recordó que el establecimiento trabaja en su gran mayoría con turistas esquiadores argentinos, muchos de los cuales tienen tiempo compartido.
"En junio faltó nieve, no había vuelos y además teníamos el conflicto del campo; no vino nadie", explicó. Afirmó que en julio la temporada fue floja y muchos corrieron sus reservas para agosto y setiembre, meses que definió como normales.
Galdo dijo que a diferencia de años anteriores, "casi nadie volvió". El público esquiador de buen poder adquisitivo visita al menos dos o tres veces un centro de esquí durante el invierno, pero esta temporada esto no sucedió. Opinó que esto se debió a la inestabilidad económica imperante. Asimismo, durante la estadía, los visitantes gastaron mucho menos de lo que hacían en años anteriores.
Desde el hotel Punta Cóndor, categoría ABC1, se estimó que la ocupación promedio bajó más del 20%. Mantienen el establecimiento abierto hasta el fin de semana próximo pero señalaron que lo hacen "con muy poca gente". A su criterio "en julio la temporada turística la salvaron los brasileños y estudiantes, pero es un público que no se aloja en la montaña".
El turismo de Brasil y los latinoamericanos permitieron que las escuelas de esquí y los rental operen en forma satisfactoria, pero inferior a los dos años anteriores, que "fueron record".
"No se puede comparar esta temporada con las dos últimas, que fueron tan buenas que no serán fáciles de repetir", explicó un veterano instructor de esquí.
Pablo Passerieu, fotógrafo de la montaña, reconoció que se trabajó mejor de lo esperado. "No debemos olvidar el panorama en junio", dijo.
Explicó que la fotografía es "uno de los trabajos más condicionados de Catedral, ya que necesitás turistas, nieve y buen tiempo", pero esto en julio no se dio. En agosto "nos salvamos con el público venezolano, ya que la escuela de esquí con la cual trabajo tuvo muchísimos turistas extranjeros", reconoció el trabajador.