El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pidió al Congreso que vote rápidamente el plan de rescate bancario por 700.000 millones de dólares que ya fue acordado por legisladores de ambos partidos, aunque aclaró que eso no solucionará todos los problemas económicos.
"Entiendo completamente que este será un voto difícil", dijo Bush. Pero el plan "ayudará a evitar que la crisis en nuestro sistema financiero se expanda por toda nuestra economía", agregó. "El Congreso puede enviar una fuerte señal a los mercados locales y extranjeros al aprobar este plan rápidamente".
Bush explicó que el proyecto de ley incluye protecciones para los contribuyentes estadounidenses, una supervisión del gasto del dinero, y prometió que garantiza que los ejecutivos de las empresas quebradas no recibirán compensaciones del Estado. "Cada miembro del Congreso y cada estadounidense deben tener en mente que el voto por este plan es un voto para evitar el daño económico que los afectará a ellos y a sus comunidades", dijo el mandatario.
En una breve alocución desde la Casa Blanca, Bush aclaró, sin embargo, que el millonario rescate no solucionará todos los problemas financieros estadounidenses, que podrían continuar "por algún tiempo". "Incluso con los importantes pasos que estamos tomando para solucionar la actual crisis, seguiremos enfrentando serios desafíos", advirtió Bush, agregando que la crisis crediticia y los problemas del mercado hipotecario "seguirán presionando a nuestro sistema financiero e impactar el crecimiento de nuestra economía durante algún tiempo".
"Confío en que a largo plazo, Estados Unidos superará estas dificultades y seguirá siendo la economía más dinámica y productiva del mundo", aseguró. La más grande intervención estatal desde la Gran Depresión de los años 1930 busca el rescate financiero del sistema bancario en crisis.
El plan propuesto por el secretario del Tesoro Henry Paulson prevé liberar 700.000 millones de dólares para adquirir los créditos dudosos de los bancos, duramente afectados por la crisis de los préstamos inmobiliarios de alto riesgo.
FUENTE: AFP