No sólo Guido Tavanti, titular de Esenciar SRL -la empresa que se presentó para competir con Flavors y Cia en la licitación de alimentos preelaborados- fue gerente de los Matas. También Máximo Vicchi, a quien Jacques Matas afirmó que le compraron la firma Flavors, fue empleado jerárquico del grupo mendocino.

Según pudo saber este diario, Máximo Vicchi habría trabajado para los Matas al menos hasta el año 2002. Se ocupaba de tramitar las licitaciones con los Estados con quienes contrataba la firma, para lo cual habría sido apoderado. Fluctuaba entre las sedes de las empresas: en Paraguay, en San Luis y en la de Buenos Aires, ubicada en Dardo Rocha 2878.

Vicchi gerenciaba Masily Paraguay, la filial de la empresa del grupo Matas que se vio involucrada en una denuncia por defraudación al Estado de ese país que motivó la renuncia de tres altos funcionarios.

En la entrevista publicada el 30 de agosto, Jacques Matas afirmó que "Flavors es una sociedad que compramos a Máximo Vicchi", precisando que eso había sido hace dos años y que Vicchi "a su vez la había comprado" a Egle y Sarret, dos mujeres sin actividad comercial, una de ellas docente jubilada. Cuando se le hizo notar que antes de que el grupo Matas supuestamente comprara Flavors, Vicchi había constituido una UTE entre esa firma y Masily SA -también del grupo-, Matas lo ratificó.

La actividad de las empresas del grupo Matas en Paraguay no ha sido siempre pacífica. En junio de 2007, y a raíz de la investigación de la Contraloría General de ese país, fueron imputados el ministro de la Secretaría de Emergencia Nacional, Arístides González, la directora del Programa de Complemento Nutricional del Ministerio de Educación, Nidia Granada y la directora propietaria de la firma Nutripan, Gabriela Vallejos. Se los acusó de apropiación de documentos no auténticos.

Según informó "Radio Viva" de Paraguay, la Contraloría General de la República detectó que entre el 2005 y 2006 el Ministerio de Educación pagó 17.490 millones de guaraníes directamente a empresas privadas para hacer compras de alimentos, a través de la falsificación de firmas de los padres por parte de funcionarios de Educación, dinero que debía ser entregado a las asociaciones de padres.

Las empresas que fueron contratadas son Alimentos del Paraguay SRL, Masily SRL, Nutripan y la Cooperativa Colonias Unidas Ltda. Las dos primeras empresas estaban vinculadas y funcionaban en la misma dirección, mientras que la Cooperativa Colonias Unidas es la misma que fue utilizada para un fraude laboral en perjuicio del Estado nacional y de los trabajadores de la planta de Flavors en Conesa hasta mediados de este año, razón por lo cual fue multada.

El contenido de los alimentos provistos a escuelas de Paraguay fue analizado por la Dirección de Investigación Científica y Tecnológica de la Universidad de Asunción. El resultado arrojó que los productos utilizados eran bebidas a base de leche, pero no leche natural y ni siquiera contaba con las proteínas necesarias.