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Naturaleza radical | ||
Obstinado, Saiz resiste y mantiene a Flavors. “Voy a suspender el programa”, amenazó. El vice Mendioroz cuestionó el estilo del gobernador y plantó su proyecto. | ||
El oficialismo ya no será el mismo. Saiz se siente abrumado y abandonado en la desgracia. Reprocha esa orfandad. Cansado de silencios, el vice Mendioroz decidió -sin eufemismos- alejarse con un mensaje crítico y difícilmente vuelva con su candidatura a ese poder. Verani continúa con su proyecto personal, pendulando entre su prédica de lealtad al gobernador y su autonomía nacional. En ese escenario inestable recayó la porfía de los alimentos preelaborados, un tema que para el gobierno ya tuvo un costo impensado y cuya salida aún es incierta. Este capítulo pudo cerrarse mucho antes, pero Saiz está obstinado en la pulseada. Ahora prepara respuestas legales y técnicas para resistir el pedido de suspensión de la firma Flavors que efectuó el fiscal de Investigaciones Administrativas Pablo Berraz. "Hay que esperar qué opina el juez penal", afirmó. Habla con la garantía y tranquilidad que el poder impone cuando el juzgamiento corresponde al juez Pedro Funes. Esta discusión lleva tres meses. El jaleo pudo derivar en la reformulación del plan alimentario. Pero no fue así. Saiz redujo -como siempre- el debate a un asunto personal, especialmente con la defensora del Pueblo Ana Piccinini. Algún colaborador esbozó la opción de tarjetas sociales para reemplazar la caja de alimentos, como Nación ya lo exige a las provincias para su programa. El mandatario la desestimó porque en "la Línea Sur no hay posnet". Esa región -que podría mantener el actual sistema- no representa el 10% de las familias beneficiadas. "Voy a suspender el programa", amenazó ante los suyos en las horas de peores contratiempos. Habla del "Comer en Familia", una propuesta suya como pocas tiene su gestión. La entrega de alimentos y los tickets llegan a más de 13.000 familias. Unos 800 coordinadores orientan y militan con cada grupo, un seguimiento que ofrece un contacto directo con las personas. "Ese cara a cara es socialmente inmejorable", explican en Familia. Una verdad. Hay otra: aquella que pertenece al valor político-proselitista del trato. Bariloche es una evidencia. Saiz perdió por menos de 1.000 votos en el 2007. Creció en 9.000 votos del caudal radical del 2006. Lo logró casi sin concurrir a la ciudad andina. Hay muchas razones, pero una es básica: la expansión del "Comer en Familia", que trepó a casi 3.000 familias y triplicó el número de meses anteriores. Todo seguido por un centenar de coordinadores sociales y el monitoreo del encuestador Ricardo Vignoni. Modificar ese estilo equivaldría a perturbar la esencia de poder oficial. Otra propiedad es la prioridad de reagruparse. A pesar de sus diferencias siempre reunificaron fuerzas. Los radicales nunca están lejos del poder. No conciben otro espacio para sí en la política. ¿Bastará esa historia para este presente? Es difícil saberlo en el mundo de Saiz. El vicegobernador desafía esa teoría. Hizo pública su crítica al manejo de la relación con Flavors. Todos sabían de esa opinión. Pregón en el desierto. El fastidio por la indiferencia de Saiz lo transformó en oportunidad política. En el aislamiento, Mendioroz advierte que lo excluyen de cualquier proyecto para el 2011. El vice sólo combina esa elección con su candidatura a gobernador. La piensa con el oficialismo, la UCR o, también, una coalición de sectores opositores. El gesto mayor de la irrupción de Mendioroz radica en la crítica al esquema impuesto por el gobernador. Una práctica que incomoda a todos y resuelve poco. El vice transmitió -palabras más o menos- lo que muchos funcionarios y dirigentes dicen en privado pero callan en el despacho del mandatario. La naturaleza radical reconstruye canales internos. Al otro día, Mendioroz recibió en su domicilio a Iván Lazzeri. Ese contacto estaba en el abismo tras un año de reproches mutuos. Fue un encuentro personal, esgrimen. La política no estuvo ausente: esa relación está concebida en ella. Este intento sucumbió cuando esa noche Berraz pidió que se excluyera a Flavors del Registro de Proveedores del Estado. Curiosamente, Mendioroz y Lazzeri habían hablado en esa jornada con el fiscal. Los movilizaron distintas metas. Aquél insistió ante su ex asesor en que la continuidad de Flavors era insostenible y Lazzeri -juntamente con el secretario general, Francisco González- transmitió el pensamiento gubernamental: cualquier intervención de la Fiscalía era inapropiada. Saiz está acongojado, molesto y abandonado. Reprocha que lo abrumen de culpas. No sabe todavía qué hará. La emergencia lo obligó a abandonar su propósito de proyectos que puedan perpetuar su gobierno. Algunos trabajan en gestiones por acuerdos con Brasil o megaproyectos hidroeléctricos. Hoy la teoría aconseja reconstruir mando y conducción. Hasta el martes Saiz decía no querer recambios y mantenía las situaciones más inexplicables. Por caso, Osvaldo Mildenberger continuará en Obras Públicas a pesar de su enfrentamiento público con Pablo Verani. El gobernador lo recibió ese día para escuchar los motivos de su renuncia. Le pidió que siguiera; así, el ministro permanecerá con un segundo con quien no se habla y que cuestiona su funcionalidad. Los cambios de gabinete se preveían para diciembre. "Ahora se adelantarán", fue el primer gesto cercano al mandatario. No están definidos y, seguramente, reflejarán las alianzas que se prioricen para el 2009. Otra perspectiva se vislumbra también en la búsqueda de la normalización partidaria. Ya es hora de otras acciones. Saiz y el gobierno deberían comenzar por resolver ciertas disputas absurdas. Desechar que el mundo anda con proyectos conspirativos y explorar finalmente una gestión de diálogo y consenso. La insurgencia oficial es un riesgo para todos.
ADRIÁN PECOLLO pecollowa@yahoo.com.ar | ||
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