SAN SEBASTIÁN (Télam).- Oscar Martínez ganó ayer la Concha de Plata al mejor actor en el Festival de Cine de San Sebastián, por su papel en la película "El nido vacío", de Daniel Burman, que también se alzó con el premio a la mejor fotografía.
En tanto, "Amorosa soledad", opera prima de los argentinos Martín Carranza y Victoria Galardi, que protagonizan Inés Efrón, Nicolás Pauls, Fabián Vena y Ricardo Darín, obtuvo el Premio de la Juventud de la sección Zabaltegui del certamen donostiarra.
El premio mayor del certamen, la Concha de Oro a la mejor película, fue otorgado a la película turca "Pandora's Box", de la directora Yesim Ustaoglu, que cuenta la historia de una familia desmembrada que debe lidiar con una abuela enferma de Alzheimer.La película se centra en una anciana que vivió casi toda su vida sola en las montañas y que de repente desaparece, pero cuando la encuentran y detectan su enfermedad, sus tres hijos no saben muy bien qué hacer con ella y es su nieto rebelde el único que consigue establecer un vínculo con su mente tan caprichosa.
La francesa Tsilla Chelton, de 90 años, se llevó una de las dos Conchas de Plata a la mejor actriz que decidió conceder el jurado por interpretar a la anciana en "Pandora's Box". La otra fue para la estadounidense Melissa Leo por encarnar a una madre abandonada por su esposo ludópata que ayuda a ingresar a inmigrantes ilegales en Estados Unidos para comprar a sus hijos una casa prefabricada en "Frozen River", opera prima de Courtney Hunt, que ganó también el Premio TVE Otra Mirada y el Premio Signis.
El Premio Especial del Jurado, presidido por el estadounidense Jonathan Demme e integrado por la actriz y productora argentina Martina Guzmán, fue para la iraní "El caballo de dos patas", de Samira Makhmalbaf, sobre un adolescente que se va convirtiendo en caballo por la crueldad de su amo.
En su tercera participación en San Sebastián, el británico Michael Winterbottom obtuvo el galardón al mejor director por "Genova", con Colin Firth en la piel de un padre que se traslada con sus dos hijas a esa ciudad italiana para superar la muerte en accidente de su esposa y madre de las niñas.
Finalmente, el premio al mejor guión fue para Benoit Delepine y Gustave Kervern por la francesa "Louise-Michel"
