El Vaticano otorgó el plácet para la designación del dirigente peronista Juan Pablo Cafiero como nuevo embajador argentino ante ese Estado, informó ayer en un comunicado la Cancillería argentina.

"El Nuncio Apostólico en Argentina, Adriano Bernardini, le comunicó oficialmente al Secretario de Culto, Guillermo Oliveri, que el Vaticano otorgó el plácet de estilo para la designación de Juan Pablo Cafiero como nuevo embajador", señaló la nota.

La designación para el cargo diplomático de Cafiero, un abogado de 55 años, casado y padre de cuatro hijos, fue dada a conocer una semana atrás por el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner, en un intento por recomponer la deteriorada relación bilateral, marcada por duros cruces en los últimos años.

La rápida respuesta del Vaticano al pedido fue celebrada por la Cancillería, cuyo titular Jorge Taiana, informó acerca del otorgamiento del plácet a la mandataria, que se encuentra cerrando una visita de una semana a Nueva York, durante la cual disertó ante la Asamblea General de la ONU.

Cafiero, aseguró anoche que "es muy buena la relación con la Santa Sede" y señaló que "Argentina es considerado uno de los países más católicos del continente".

"Argentina empezó a tener relación con la el Vaticano en el gobierno del General Urquiza, hubo algunas interrupciones, pero siempre hubo buena relación", señaló Cafiero en una entrevista con el canal C5N.

En ese sentido, el designado funcionario manifestó que "hay que alimentar la semilla que nos unió" y expresó: "Me empujan a esta misión las palabras de la presidenta Cristina Fernández y del canciller Jorge Taiana".

El nombramiento de Cafiero, un dirigente del ala de centroizquierda del peronismo, tuvo lugar luego de que el anterior candidato, Alberto Iribarne, renunciara en agosto pasado a la postulación por la demora del Vaticano en pronunciarse sobre el caso, lo que fue interpretado como una negativa. Iribarne es divorciado y convive actualmente con otra mujer, lo que según fuentes eclesiásticas motivó el silencio de la sede de la Iglesia católica.

El enfrentamiento entre el gobierno y el Vaticano tuvo su peor momento cuando el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007) exoneró en 2005 al obispo castrense Antonio Baseotto, por haber incitado a "tirar al mar" al ex ministro de Salud, Ginés González García, partidario de la despenalización del aborto.

La mención del religioso generó una fuerte repulsa en Argentina porque recordó a los 'vuelos de la muerte' de la dictadura (1976-83), en los que decenas de opositores fueron arrojados vivos y narcotizados al mar desde aviones. (AFP y DyN)