Un coche bomba estalló hoy en un barrio concurrido de Damasco, la capital siria, causando la muerte a 17 civiles y heridas a otros 14, según informa la agencia de noticias estatal SANA.
El ministro del Interior, Bassam Abdel Majid, habló en la televisión de un "acto enemigo" y cobarde e informó del inicio de una investigación para encontrar a los culpables.
La bomba, que según medios locales consistía en unos 200 kilogramos de explosivos colocados en un automóvil, estalló a las 08:45 (05:45 GMT) cerca de unas instalaciones del servicio secreto. Medios libaneses informaron que el posible objetivo de la bomba era un alto funcionario de inteligencia que se encontraba en ese momento en el edificio, pero de momento no se sabe si murió o resultó herido.
Testigos informaron que entre los muertos se encuentran varios miembros de los servicios secretos vestidos de paisanos. El lugar se encuentra cerca del distrito de Sayida Seinab, donde hay una mezquita homónima, visitada a diario por peregrinos chiitas provenientes de Irán.
Según contaron testigos, entre los heridos del atentado hay niños y también peregrinos iraníes.
El vehículo detonado fue retirado de la escena del ataque y las carreteras que conducen al área fueron cortadas mientras la policía registraba las casas aledañas en busca de sospechosos. La detonación fue tan fuerte que pudo oírse en barrios lejanos del lugar del atentado.
La oposición siria condenó también el atentado como "un acto de terrorismo" y rechazó la violencia en el país. Al contrario que sus vecinos Líbano e Irak, Siria cuenta con una red extensa de servicios secretos y es raramente víctima de ataques con bomba.
El último atentado en Damasco tuvo lugar en febrero pasado, cuando fue asesinado Emad Mughniya, un comandante de la milicia libanesa Hizbollah buscado por Estados Unidos. Algunos críticos al presidente Bashar al Assad alegaron, tras otros ataques, que los propios servicios secretos los habían planeado para crear la impresión de que Siria, a quien Estados Unidos e Israel acusan de apoyar a Hizbollah en Líbano y a grupos radicales palestinos, también está amenazada por extremistas islamistas.
En las últimas semanas, el gobierno de Bagdad destacó repetidamente que Siria cambió sus política y ahora está esforzándose para evitar el movimiento de terroristas hacia Irak.
FUENTE: DPA