El astronauta chino Zhai Zhigang salió al espacio donde "flotó" durante quince minutos, en la primera salida extravehicular espacial de la historia de China, según las imágenes transmitidas en directo este sábado por la televisión central.
La salida duró menos tiempo de lo previsto, ya que los responsables de la misión Shenzhou VII habían programado una salida extravehicular (EVA) de unos veinte minutos. Ninguna explicación oficial fue proporcionada al respecto.
China se convirtió de esa forma en el tercer país que realiza salidas al espacio, las cuales conllevan grandes riesgos, después de Estados Unidos y la ex Unión Soviética. Con medio cuerpo fuera del módulo, el "taikonauta" (hombre del espacio en chino) saludó con la mano, lo que desató un retumbe de aplausos en el centro espacial de Jiuquan, en el desierto de Gansu (noroeste), de donde despegó la misión el jueves.
El astronauta agitó una bandera china, en un gesto muy simbólico que marca la llegada de China al club selecto de las grandes potencias espaciales. Zhai estaba enfundado en un traje de fabricación nacional bautizado Feitian ("Volar en los cielos"), de 120 kg de peso y un coste de tres millones de euros. Esta salida se llevó a cabo durante el tercer vuelo espacial habitado chino, y constituye un "gran salto para el programa espacial chino" que debe permitir en el futuro al coloso asiático instalar módulos orbitales y luego su primera estación permanente en el espacio, según los responsables.
El coronel de la fuerza aérea Zhai estaba asistido por un segundo astronauta, Liu Boming, que permaneció dentro del módulo orbital, y estaba unido a la nave por dos cables de seguridad para desplazarse alrededor de Shenzhou (literalmente "nave divina").
Recuperó una muestra de lubrificante sólido que había sido colocada encima de la nave antes del despegue el jueves y se la entregó a Liu Boming. Es el tipo de gestos que los astronautas tendrán que realizar en el futuro. La misión Shanzhou VII, de 68 horas de duración, regresará a Tierra el domingo y aterrizará en Mongolia interior.
FUENTE: AFP