NEUQUÉN (AN).- Tal como sucediera hace apenas tres meses, más de 800 municipales se movilizaron ayer hasta el edificio central de la intendencia para reclamar la urgente apertura de las negociaciones en pos de un nuevo incremento salarial. Sin embargo, desde el Ejecutivo municipal se reiteró que no están en condiciones de dar ningún tipo de mejora, y advirtieron que "lo que el gremio reclama representa 60 millones de pesos por año".

La manifestación comenzó cerca de las 8 con una asamblea en la que se resolvió exigir el adelantamiento de la mesa de negociación planteada por el municipio para el próximo martes. No obstante, tras la negación de la comisión del Ejecutivo que recibió al gremio, los trabajadores convocaron a una nueva asamblea para esta mañana, que podría derivar en una nueva marcha e incluso en la adopción de un plan de medidas de fuerza.

"Hay mucha bronca entre los trabajadores porque lo que pedimos no es tan descabellado como para que nos estén dele patear el inicio de estas reuniones", aseguró el secretario de prensa del gremio Sitramune, Sebastián Zapata, a la vez que recordó que "pedimos un aumento de 250 pesos para todos los trabajadores, recategorización general, elevación del salario familiar y del porcentual de antigüedad".

La respuesta del Ejecutivo no se hizo esperar ayer y vino de parte del subsecretario Legal y Técnico, Fabricio Torrealday, quien tras enfatizar que "lo que piden representa 60 millones de pesos", aseguró que "no tenemos ni un peso para dar aumentos" . El funcionario explicó que de accederse al pedido del gremio por año la comuna pasaría a pagar 210 millones de pesos en salarios sobre un presupuesto de poco más de 400 millones, y que actualmente mantiene el costo salarial en 150 millones de pesos.

"No vamos a adelantar la reunión porque nada va a cambiar en dos días", indicó Torrealday a la vez que deslizó que desde el Ejecutivo se está analizando la posibilidad de recategorizar pero "sólo en los casos en los que realmente lo ameriten".