MIAMI (AP/DyN) .-El empresario venezolano Guido Antonini Wilson denunció ayer una trama de presiones y ofrecimientos económicos para que se hiciera cargo de los 800.000 dólares que venían en la valija descubierta en Aeroparque. Primero, sostuvo que admitió que el dinero era suyo porque una funcionaria de aduanas le dijo que si no firmaba el acta (admitiendo que el dinero era mío) iba a estar en problemas''. Y, más adelante, aseguró que se le había prometido quedarse con la mitad de lo incautado y que el ex funcionario Claudio Uberti le ofreció una "licencia para exportar carne" argentina en agradecimiento por hacerse cargo del equipaje.
Antonini Wilson, quien poco después de la confiscación viajó a Miami y comenzó a colaborar con el FBI para evitar ser detenido y procesado en Estados Unidos, expresó también que teme ser extraditado a la Argentina, donde tiene una causa judicial pendiente. Negó asimismo haber hablado de ello con el gobierno de Washington, en su tercer día de declaraciones como testigo de la fiscalía en el juicio de Franklin Durán, único acusado de haber actuado como agente del gobierno de Venezuela.
El empresario volvió a intentar desvincularse de la valija al afirmar que se atribuyó su propiedad porque fue presionado. "Me dijeron que si no firmaba el acta iba a estar en problemas", argumentó Antonini Wilson, para intentar explicar por qué rubricó el acta como dueño de la valija y ahora niega que le perteneciera.
La advertencia fue realizada por una mujer que se presentó en la oficina de Aduanas, poco después de que se incautara la maleta. "Yo les decía que el dinero no era mío. Ella me dijo: 'Cállate, me mandaron aquí a solucionar este problema'", relató Antonini, en referencia a quien se identificó como María Cristina Galli, cuyo cargo no fue mencionado durante la declaración.
El plan, siempre según su testimonio, consistía en tramitar el hecho como una infracción, lo que implicaba que el Estado incautaría la mitad del dinero y el resto se lo devolvería a su supuesto "dueño" (Antonini). Esa misma funcionaria del aeropuerto también dijo que "lo arreglaría'' todo, dijo Wilson, de 46 años.
El acta de declaración de aduanas presentada como prueba por la fiscalía indica que durante la confiscación del maletín participaron los agentes de aduanas Jorge Lamastra, María Luján Telpuk y
María Cristina Gall, quien habría sido la supervisora en ese momento y al parecer quien habría presionado a Antonini Wilson. También estuvo allí el policía Daniel Ingroso, de acuerdo con el documento.
"Yo iba a poder quedarme con esos 400 mil dólares", relató .
La firma del venezolano en el acta apuntaba a dejar afuera del escándalo tanto al gobierno argentino como el de Hugo Chávez, para diluir las sospechas sobre el financiamiento de la campaña presidencial del kirchnerismo, como sostienen los fiscales en Miami, pero la maniobra no siguió el curso esperado.
En medio del incidente, Antonini pidió "muchas veces que lo llamaran a Claudio Uberti", para intentar solucionar el inconveniente que surgió en el Aeroparque Jorge Newbery, aunque no hubo respuesta por parte del funcionario que debió abandonar su función en el ministerio de Planificación por las repercusiones del hecho.
Uberti recién apareció dos días después, cuando fue a visitar a Antonini al hotel donde estaba alojado en Buenos Aires para tratar de retribuirle el favor que realizó el venezolano al ser descubierto con el dinero. "Me dijo que me agradecía lo que hice, que era muy importante para él y para Argentina, y que podía pedirle lo que quisiera en su país", contó Antonini. Y, según recordó "me ofreció una licencia para exportar carne argentina, y otras cosas, pero le dije que no quería nada, que necesitaba que solucionen este problema", declaró.
Ofensiva de la defensa
Durante la audiencia de cerca de seis horas, el abogado de Durán, Ed Shohat, intentó que Antonini Wilson revelara cuáles habían sido los motivos que lo llevaron a colaborar con el FBI.
También quiso demostrar que entre él y su cliente existía una amistad de más de 18 años antes de que estallara el escándalo y que por ese motivo Durán quiso ayudarlo. Así, Shohat busca demostrarle al jurado que Durán no se involucró en el escándalo como agente del gobierno de Venezuela sino como amigo de Antonini Wilson. "Sí, por supuesto'', respondió Antonini Wilson, visiblemente nervioso y por momentos dubitativo, cuando Sohat le inquirió si le preocupaba la posibilidad de ser extraditado.
Antonini Wilson admitió asimismo que el FBI, que redactó una carta con la firma de él para que le enviara a Chávez, le había indicado que debía presionar para que el gobierno de Venezuela le diera dos millones de dólares y documentos que justificaran que el dinero del maletín era suyo.