El nuevo embajador argentino en el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, aseguró hoy que entre su misión figura "la búsqueda de acuerdos" y que va a "fortalecer los vínculos" entre el país y el Estado papal.
Cafiero también aseguró que en su agenda figura "trabajar mucho" para superar el conflicto entre la Argentina y el Vaticano generado a raíz del desplazamiento en 2005 del obispo castrense Antonio Baseotto, quien había sugerido que el entonces ministro de Salud, Ginés González García, había que tirarlo al mar por repartir preservativos.
El Vaticano otorgó hoy el plácet a Cafiero por lo que el dirigente bonaerense podrá asumir como embajador, cargo que estaba vacante desde la asunción de la presidenta Cristina Fernández.
"Lo que subyace es el diálogo, el consenso, la búsqueda de acuerdos, que es una forma de gobernar que hay que enfatizar y subrayar", afirmó Cafiero en declaraciones al canal C5N.
Consultado cómo es la relación con el Vaticano, respondió que "es muy buena" y destacó que "la Argentina es considerada uno de los países más católicos en el mundo, hubo muy buena relación, hay que retomarla, alimentar esa semilla de unión".
"Me empuja a esta misión la palabra de la Presidenta y del canciller (Jorge Taiana), el diálogo, fortalecer los vínculos a través de puntos en común y no en temas que nos dividen", afirmó.
Respecto del caso Baseotto, señaló que "está en la agenda" y que "hay que ver si se conserva el lugar o si no se conserva porque (sobre el tema) hay una suerte de área gris, donde hay que trabajarla mucho".
En ese sentido, precisó que "por un lado está la libertad religiosa, la posibilidad de organizarse, pero por el otro la Presidenta es la comandante en jefe del Ejército".
Fuente: DyN