El máximo responsable de seguridad alimentaria de China, Li Changjiang renunció ayer por el escándalo de la leche adulterada que afecta ya a cerca de 53.000 niños, de los que cuatro han muerto, informó la agencia de noticias Xinhua.

Del total de afectados, cerca de 13.000 niños se encuentran hospitalizados tras ingerir leche mezclada con melanina, un químico que engaña a los detectores de proteínas y que produce cálculos renales en los menores.

El Consejo de Estado (Ejecutivo chino) aceptó la dimisión de Li, del hasta ayer director general de la Administración de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena (AQSIQ), un cargo que ocupará a partir de ahora Wang Yong, ex secretario general del Consejo de Estado

Según la agencia de noticias Nueva China, el número exacto de niños internados es de 12.892. Ya murieron cuatro bebés en septiembre luego de haber bebido leche en polvo mezclada con melamina, una sustancia tóxica usada en plásticos y que en este caso fue agregada a la leche para que parezca tener más proteínas.

El clima de alarma también se desató luego de que un diario de Hong Kong escribió sobre una supuesta contaminación con melamina de la leche en polvo Nestlé. La firma suiza lo desmintió afirmando que "ninguno de sus productos en China ha sido elaborado a partir de leche contaminada con melamina".

El presidente chino, Hu Jintao, reprochó a los funcionarios haber fracasado en el control. "Las desgracias nos dieron una lección dolorosa", comentó al reclamar una investigación.